Mujica vende casa presidencial de Punta del Este

El mandatario uruguayo, José Mujica, venderá la residencia presidencial del balneario de Punta del Este, situado a 140 kilómetros al este de Montevideo, para conseguir fondos destinados al Plan de Integración de vivienda que pretende atender 50.000 familias.

«¿Para qué tener propiedades inútiles, para qué tener una casa presidencial en Punta del Este? (…) Hay que venderlas y de allí sacaremos fondos que vamos sumando a esta epopeya de la vivienda», afirmó en su programa bisemanal de radio en la emisora M24.

Mujica pidió también a sus compatriotas solidaridad con los pobres y dio dos cuentas bancarias para los que deseen realizar aportes económicos al programa, con el argumento de «hay franjas de pobreza extrema que ni se enteran de la bonanza de otros».

Luego aclaró que los receptores de la ayuda deberán trabajar en la construcción de sus nuevos hogares como contrapartida.

El gobernante, del bloque izquierdista Frente Amplio, justificó también la medida porque los uruguayos más necesitados son los que más hijos tienen hoy en día.

En «los próximos 20, 25 años, la mayoría o la mitad de la gente joven habrá nacido en la franja de mayor pobreza», advirtió.

La última Encuesta Nacional de Hogares, elaborada en 2004 y ampliada en 2006, señala que el 4,7% de los 3,3 millones de habitantes de Uruguay vive en asentamientos y en el 6,3% de los hogares existe hacinamiento.

Además, de las 1,2 millones de casas particulares del país, 240.000 están desocupadas, agrega el documento.

El uso de la casa presidencial de Punta del Este, balneario que cada verano austral reúne a miles de turistas, especialmente argentinos, y a algunos millonarios del mundo entero, ya fue cuestionado por el entorno de Mujica hace unos meses.

Su esposa, la senadora Lucía Topolansky, indicó en febrero pasado que «para la legislatura de ‘Pepe’ (como se conoce familiarmente al mandatario)», la casa «es algo completamente inútil», lo que levantó fuertes críticas del sector turístico local.

Por contra, señaló que, como han hecho sus antecesores, su marido usará la estancia presidencial de Anchorena, en el departamento de Colonia, cumpliendo con el testamento del hacendado argentino Aaron de Anchorena, que en el siglo XX la legó al Estado uruguayo para el descanso de los presidentes del país.

Mujica y Topolansky viven desde hace años en una austera chacra (granja) a las afueras de Montevideo, donde cultivan flores y hortalizas.

El pasado 1 de marzo, después de la investidura del mandatario, la pareja rehusó abandonar esa propiedad para ocupar la residencia presidencial de la capital uruguaya y la chacra tuvo que ser acondicionada para garantizar su seguridad.

Desde entonces, Mujica ha acudido varios fines de semana a descansar a Anchorena, ubicada en un parque natural, a unos 200 kilómetros al oeste de Montevideo. Allí se reunió hace dos semanas con su homóloga argentina, Cristina Fernández.

El antecesor de Mujica, Tabaré Vázquez, del Frente Amplio como él, dijo antes de asumir el mando que emplearía la casa de Punta del Este para actividades del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, pero luego la usó varias veces para practicar uno de sus aficiones, la pesca, según denunció la oposición.
(fuente: infobae.com)

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