Los pueblos indígenas de Paraguay acuden a la tecnología móvil para salvar sus bosques

Rumilda Fernández -28 años- de la etnia mby’á guaraní, es una de las primeras técnicas en monitoreo forestal que pertenece a un pueblo indígena de Paraguay

Con un teléfono móvil y el conocimiento que adquirió en los últimos meses, recorre los estrechos caminos de tierra de la comunidad Isla Jovai Tejú en el centro del país para registrar los límites de su territorio, una iniciativa que busca preservar los bosques en una de las naciones más afectadas por la deforestación de Sudamérica

Las tierras de su comunidad, rodeadas de enormes plantaciones de soja y maíz de colonos menonitas, se fueron reduciendo con los años en extensión y calidad hasta quedar en apenas 30 hectáreas aptas para la agricultura, donde cultivan mandioca, poroto, maíz y maní, además de criar animales

“Antes ni sabíamos cuántas hectáreas tenían nuestras tierras. Ahora ya tenemos el mapa y la dimensión”, dijo a Reuters la líder de Teju, Cornelia Flores, sobre el proyecto impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) que capacitó a ocho jóvenes indígenas de cuatro comunidades Mby’a en Caaguazú, 200 kilómetros al este de Asunción.

“El bosque era nuestro supermercado y no necesitábamos más. Ahora con el desmonte cambió todo”, comentó Flores, de 60 años.


La líder comunitaria Cornelia Flores muestra un mapa con el territorio que está siendo monitorizado con una aplicación móvil y GPS para proteger tierras y preservar sus bosques, en Isla Jovai Teju, Paraguay.  mayo 2019. REUTERS/Jorge Adorno

Los monitores marcan los puntos de referencia que delimitan el terreno, que por lo general son árboles o arroyos, tomando una fotografía a través de una aplicación en un teléfono celular y los registran con los nombres que les dieron sus ancestros: yvyrá pytã, guajayvi o ygary. Luego, los puntos se unen para configurar el mapa.

Los líderes mby’a creen que incorporar tecnología para conocer y controlar su territorio les va a permitir proteger las tierras que en el pasado han sido ocupadas por grandes productores o campesinos, y preservar los bosques que guardan alimentos y plantas medicinales.

La pérdida de tierras o de control sobre los recursos naturales es un tema clave para los indígenas de Paraguay -que representan el 2% de la población total del país-, ya que es una de las principales causas de que un 75% viva en situación de pobreza o pobreza extrema.

El ministro de Desarrollo Social, Mario Varela, consideró que la inclusión es una de las claves para luchar contra la pobreza en estas comunidades. “Ellos (los pueblos indígenas) nunca fueron incluidos, nunca se respetó su cultura originaria. Ahora estamos dándoles apoyo desde una perspectiva más antropológica que busca preservar su cultura y a la vez darles esa protección social que necesitan”, dijo en una entrevista telefónica

DEFORESTACION “CERO” – El territorio paraguayo está dividido en dos regiones: la Oriental con un modelo productivo de agricultura mecanizada que ha ejercido presión sobre los bosques nativos las últimas dos décadas y el Chaco, una zona ganadera donde el desmonte está permitido bajo condiciones que en la práctica apenas se cumplen.

El país perdió medio millón de hectáreas de bosques nativos en la región Oriental desde el 2004, año en que se aprobó la ley de Deforestación Cero que impide la tala de masa boscosa, que representan un 3 por ciento de la superficie total de la zona. Antes de la existencia de esa norma, Paraguay ya era uno de los países con mayor índice de deforestación en Sudamérica.

La presidenta del Instituto Nacional Forestal (INFONA), Cristina Goralewski, una ingeniera de 28 años, quiere acabar con todos los puestos de control forestal a los que considera “un gasto innecesario” y utilizar en cambio una plataforma global que provee datos confiables en tiempo real

La corrupción ha marcado la administración del Estado por décadas en Paraguay y el presidente Mario Abdo prometió “tolerancia cero” con los funcionarios corruptos.

Paraguay es el primer país en Sudamérica que utiliza la plataforma del Instituto de Recursos Mundiales (WRI por sus siglas en inglés) para vigilar sus bosques. “La prioridad para el Gobierno es detener la deforestación ilegal en la región Oriental y utilizar la tecnología para eso porque vemos que los controles no están funcionando”, agregó Goralewski

lta.reuters.com

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