Aramí, el nombre “top” para la progenie femenina del Paraguay

Arami, nombre propio en idioma guaraní que prefieren los padres paraguayos para sus hijas

De acuerdo con la Dirección General de Registro del Estado Civil (DGREC), en Paraguay el nombre de Arami -diminutivo de ára, que en guaraní significa cielo o firmamento- lidera el ranking de nombres elegidos por las familias paraguayas, para sus descendientes femeninas.

Le siguen, y con márgenes muy apretados, los nombres femeninos de de Ka’akupé (Detrás de la selva o del monte); Jeruti (Paloma,); Anahi (flor de ceibo), Ysapy (Rocío), Amambái (Helecho y Porãsy (diosa de la belleza).

Esos nombres, dentro de una serie de preferencias que también incluyen opciones como Ára (Cielo) o Panambi (Mariposa), evidencian además una mayoría de motivos ligados a la naturaleza.

Pero también reflejan la ausencia de nombres propios masculinos en guaraní, aunque entre ellos se destaca “Arandú” (sabio conocedor de la naturaleza -ára, tiempo; hendú, oir, percibir-). De ahí “Katupyry” y “Arandú Ka’aty”, (saber natural)  

En cualquier caso, la tendencia supone una actitud positiva entre la población paraguaya hacía el guaraní.

Los primeros guaraníes tenían un solo nombre, que era elegido por el chamán, y que fueron muy pocos los que se conservaron, como nombre propio o como apellido, tras la llegada de los conquistadores y colonos españoles, que impusieron una nomenclatura cristiana o española.

Esos nombres propios en guaraní sí fueron conservados por los misioneros jesuitas en las reducciones que fundaron en el país entre los siglos XVII y XVIII, en las que se concentraron a las poblaciones indígenas para inculcarles la moral y la religión católica.

Se estima que el 90 % de la población de Paraguay es bilingüe en castellano y guaraní, y alrededor del 52 % solo se comunica en este idioma, según el censo nacional, de 2012

En 2015 la Academia de la Lengua Guaraní de Paraguay aprobó el alfabeto definitivo de nuestro idioma, un hecho considerado «histórico» en el proceso de normativización de esta lengua precolombina, que también se habla en algunas zonas de Argentina, Bolivia y Brasil.

(Fuente principal: ip.gov.py)

 

 

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