Rafael Luis Franco
Hace unos días en conferencia de prensa el embajador norteamericano en Paraguay, Marc Ostfield, dijo: “El secretario de Marc Ostfield Estado es Antony Blinken, anunció la designación del vicepresidente Hugo Adalberto Velázquez Moreno debido a su participación en actos significativos”, de acuerdo a la publicación de ABC, día 12-8-22; se entiende que “significativos de corrupción”.
No es mi intención discutir ni defender la idea sobre si H.A.V. es corrupto o no, mi intención es hacerle unas preguntas al embajador, que de haber tenido la oportunidad de estar en dicha conferencia las hubiera realizado. Y entre las preguntas me surgen las siguientes.
¿Si como este caso, de censura al funcionario paraguayo, hay otros similares en países vecinos, por ejemplo la Argentina; donde la actual vicepresidenta y familia, está siendo juzgada, ya en etapas finales, con alegatos de fiscales, de actos de corrupción por los cuales se la acusa de defraudar al erario por miles de millones de dólares en sus pasadas presidencias, junto a la de su difunto esposo; si el Departamento de Estado se ha pronunciado al respecto con medidas similares y anunciado vía conferencia de prensa como este caso, si le han retirado la visa, etc.?
¿Si no le parece esta declaración un acto de intromisión en asuntos internos de un país soberano, más allá de la inocencia o culpabilidad del ahora exvicepresidente por causas que deben ser juzgadas en su país? ¿Porque no cree que de la misma manera que su gobierno procede también podría proceder el gobierno paraguayo con respecto al hijo del actual presidente Joe Biden, y el mismísimo presidente, que tiene gravísimas acusaciones de corrupción de las que el padre no puede estar ajeno ni exento desde que este fuera vicepresidente de Obama?
¿Qué nivel de responsabilidad moral puede tener la actual administración norteamericana para juzgar otros gobiernos, ya que el actual mandatario asumió con un nivel de escándalo de fraude mayor que el cometido en Bolivia con la última reelección de Evo Morales, que estos por lo menos tuvieron la decencia de anular dichos comicios y realizarlos de nuevo, mientras que ustedes no lo hicieron?
¿Qué moral puede tener su gobierno cuando está apoyando financiera y armamentísticamente a un país gobernado por pronazis y más que reconocido por ser el gobierno de mayor corrupción europeo, aparte de estar los EEUU vinculados al apoyo al golpe de estado de 2014, además de otros golpes (John Bolton dixit), brindándoles alegremente miles de millones en armas, y que no pueden ignorar sus servicios de inteligencia que muchas de estas, sino la gran mayoría, terminan en el mercado negro, en manos de terroristas o mafiosos? ¿En este caso, cómo y porqué la corrupción ucraniana es aliada, protegida y fomentada por el gobierno norteamericano, junto a la vista gorda por la violación de los derechos políticos y persecución de la oposición al gobierno de Zelenski? ¿Para su administración hay una corrupción buena y otra mala?
¿Y dónde queda la libertad de prensa, esencial para la existencia de la democracia, cuando el gobierno norteamericano se abroga el derecho de censurar, y ahora “cancelar”, a nivel global, a todo aquel que libremente expresa sus opiniones cuando son contrarias al interés geoestratégico de su gobierno, gracias a la posición dominante que tienen tanto de los medios de mayor difusión como de las redes sociales?
¿En qué posición moral de juez universal deja a su país las intervenciones militares, tanto en Siria con el apoyo al yihadismo, léase terroristas de la peor clase, e infinidad de operaciones en Libia, Serbia, Egipto, Irak, Afganistán, donde han muerto cientos de miles de civiles bajo sus bombas; al igual que las dos atómicas arrojadas sobre Japón en 1945 sobre poblaciones totalmente indefensas que no eran objetivos militares, terrible suceso que hace unos días se recordó el 77º aniversario?
¿Cómo se debe entender la proclamada lucha por la democracia en el mundo de USA cuando no tienen problemas de hacer excelentes negocios con la dictadura saudita, reciente visita de su presidente Biden mediante? ¿Es que hay dictaduras buenas, o son solo negocios, “nada personal”, como dicen en el film “Goodfellas” (1)?
Y un par más. Señor embajador, ¿sinceramente les importa que HAV sea corrupto, o estas movidas de prensa son solo parte de la geoestrategia de su política exterior?
Y la más importante, ¿no tiene vergüenza de representar semejante gobierno y semejante política?
(1) Goodfellas, es una película norteamericana de 1990, conocido en latinoamérica como “Buenos Muchachos”, dirigida por Martín Scorsese protagonizada especialmente por Robert de Niro, Ray Liotta y Joe Pesci Está basada en un hecho real y relata el ascenso y caída de tres delincuentes durante tres décadas
A priori le doy la razón al señor Rafael Franco. Y coincido en que la conducta del embajador norteamericano constituye un acto desvergonzado de intromisión en los asuntos internos de la República del Paraguay. Menos mal que la intervención no haya cobrado la gravedad similar al envío de la flota que el país del norte incurrió en el siglo XIX por el «pecado cometido por el gobierno de Carlos Antonio López de hacer respetar la soberanía jurídica y territorial del Paraguay. No obstante debemos lamentar que una superpotencia extranjera haya tenido que recurrir a un acto de descortesía para influir en la renuncia del Vicepresidente Velázquez sobre quien la opinión pública se ha forjado la idea de tener vínculos con el crimen organizado.
Hola don Andrés, gracias por su respuesta. Pero pregunto, es que los distintos gobiernos que se han sucedido en USA, y más en la actualidad, no tienen vínculos con dichas organizaciones «organizadas»; acuérdese del asesinato del presidente Kennedy (1963), y la famosa comisión Warren que ocultó pruebas concluyentes que había varios tiradores, luego el asesinato del supuesto «asesino» a manos de un mafioso, Jack Rubistein, para que no se siga investigando, etc. aparte del asesinato e intentos fallidos de otros mandatarios.