1° de octubre: Karaí Octubre, ¿alias Señor miseria?

Según la creencia popular heredada de los shamanes, Karaí octubre es un duende paraguayo sobrenatural,  que sale de su guarida, todos los 1° de octubre a recorrer las casas y ver quiénes tienen suficiente comida 

“un ser extraído de la mitología guaraní, que evalúa si la gente trabajó durante el año y supo guardar para los meses de escasez”. 

O sea,  una especie de inspector de la tarea de las hormigas y a la vez escanea y radiografía la actividad de las cigarras. 

Según la imaginería popular, el ‘señor miseria’, tiene la potestad de castigar o premiar a los humanos según hayan sido previsores o no. Vale decir, con un poder similar al inquisidor de la edad media. Premia con la abundancia a los que tienen comida suficiente y castiga con la miseria a los que no. 

 Vale decir, hacen justicia pero al revés. 

Pero a no preocuparse. Si bien uno debería alarmarse del destino que el Karaí octubre  dará a la cigarra. En realidad uno debería compadecerse de “la suerte” de las hormigas. 

Pobre hormiga, trabaja todos los santos días del año como hormiga y sólo junta provisiones para pasar el invierno. 

En cambio, cigarra –que tiene fama de vaga- representa simbólicamente el deseo de todos los seres humanos de parecerse a ella. Por ello, tiene el privilegio que disfrutar en todas las épocas el favor y la solidaridad de sus fans que le proporcionan durante todo el año, con frío, calor o tormenta, el sustento para que siga conservando su rol en el mundo: ser el bohemio cantor que interpreta las expectativas más valoradas por el hombre, vivir sin laburar… Además, sabemos que «si se calla el cantor, calla la vida!»

Por eso es que los tradicionalistas amantes de estas fantasías, deben dejarse  de embromar, que no nos asusten más con el hombre de la bolsa, el pombero, el jasý jateré o el luisón.  Que no prediquen más mentiras

Basta de ‘Señor Miseria» o su primo hermano: el carrulim  (caña con ruda y limón) con lo que nos engañan anualmente, diciendo que tomando uno o dos traguitos de esa pócima sagrada los 1° de agosto, nos protegería de enfermedades y otras calamidades  invernales.  

¡BASTA DE ATOSIGARNOS CON ENCICLOPEDISMOS OBSOLETOS!

Debemos desterrar los falsos mitos que nos victimizan… En síntesis, digamos HYPY al vyro reí.

 

Es hora de comenzar a  actualizarse y adorar a los nuevos paradigmas tecnológicos productos de la ciencia pura: la robótica, I.A. (Inteligencia Artificial), la nube, los algoritmos etc.- hasta que éstos, a su vez, sean devoradas y sucumban -como todos nosotros- por el cambio climático…

 

 

 

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