El título tal vez llame la atención por su singularidad, pero a quedarse tranqui: se trata de una publicación paraguaya de humor independiente (no independiente del humor) que había sido lanzada a consideración pública en Asunción el 20 de setiembre de 2017
O sea, ko kuati’á ta’angá ha ñe’ẽ ombohoryva ika’aruma ohóvo.
¿Y por qué recién hoy lo mencionamos y no antes?
Creemos que por nuestra propia idiosincrasia, por “el clima que impera en nuestro país por razones climáticas”, por nuestros famosos ejú lune, jajohecháta ko’ẽro, eré eréa y/o eré eréva.
Lo cierto es que en nuestro país, no solo somos reacios a la lectura porque parece que los libros nos causan urticaria, sino también pocos propensos a la innovación y cuándo surge una revista con las características de “El Bachenauta”, nos resulta como que medio raro.
No nos importa ni interesa que sus creadores sean los más aptos para encarar un vacío humorístico ni que hayan reunido para el emprendimiento cultural a dibujantes, artistas y guionistas de renombre internacional, quienes desarrollan sus temas con absoluta libertad.
Además y para variar, tampoco tenemos en cuenta el esfuerzo económico y anímico mantener la continuidad de la edición, quizá por el mal ejemplo de Humberto Rubin de “A todo pulmón”
La frase que -barruntamos- diría un pragmático o un resignado compatriota: “peicha ñandé”. Así somos por dictado de nuestro inimitable y heroico ADN guaraní.
Finalmente ¿será cierto que ‘el bachenauta’ es una persona experta en navegar en los baches-cráteres de nuestra amada Asunción?
Nicodemus y Alejandro Espinosa, padre e hijo, GRACIAS, MILLONES DE GRACIAS por este material gráfico Y que en el 2020 se triplique –como mínimo- la tirada de la revista.
Karaí kuera, oré ro ñembo’éma Kiritópe
