La inmigración paraguaya en la Argentina ( Parte 2)

 

 

Maximino Verza

Fundación de la ciudad de La Santísima Trinidad

Pasaron casi 40 años, cuando Juan de Garay(4), mediante un bando, invita a los habitantes Asuncenos, tanto “vecinos” como “estantes”, a participar voluntariamente de la expedición para fundar una ciudad en el puerto de  Buenos Aires, destacando  que todos los acompañantes serán considerados “vecinos” de la nueva población, con todos los beneficios que ese título conlleva.

La expedición estaba formada por aproximadamente 300 (5) hombres; 11 españoles, 53 paraguayos (6) entre mestizos y criollos  e indios guaraníes esclavos., con 1500 ganados entre vacunos y caballar, más herramientas, armas y víveres, aportados por  costas de los expedicionarios.

José María Rosa, en su libro “Historia Argentina”, explica el significado que se daba a las palabras “vecinos” y “estantes”. “El “vecino” tiene privilegio por nacimiento, como los hijodalgo españoles, entre los que cuenta el de los cargos públicos y el poder solicitar “merced” de tierras con repartos de indios. Aquí se crea un derecho típico del Río de la  Plata: el de “accionar” contra “cimarrones” y “baguales” es decir, hacer “vaquerías”(7), apropiándose de estas haciendas; además, desde que contrae matrimonio y tiene casa poblada puede ingresar al Cabildo como Alcalde o Regidor. Su obligación esencial es empuñar las armas. Los “estantes” que se han incorporado a la fundación respondiendo al pregón: “constituidos por domiciliados llegados recientemente de España o descendientes de “vecinos” de Asunción adquieren también la condición de “vecinos” en la nueva población con todos sus privilegios.

Así derechos patrimoniales y cívicos se van fijando en la clase constituida por los descendientes de los fundadores juntamente con  las obligaciones que surgen del servicio de las armas”. En ésta fundación la empresa expedicionaria se realizó desde el interior del   nuevo mundo, con hijos de ésta tierra,  con conocimiento del suelo y de las dificultades.

Han pasado 44 años entre ambas fundaciones, suficiente tiempo para que la región del sur de las nuevas tierras sufrieran grandes transformaciones. Las poblaciones del interior tenían una imperiosa necesidad de colocar sus productos y de abastecerse de aquellos que no poseían,  buscando otra vía, más directa y económica que la que ofrecía la vía Lima –Portobello – España. Esta vía, resultaba muy onerosa, solamente beneficiaba a los comerciantes de Lima,

Poblaciones como Asunción, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, La  Rioja, requerían con urgencia la creación de un canal de comunicación desde el río de la Plata con España. En tal sentido, la nueva fundación se transforma de inmediato como nexo entre el interior y la  Metrópoli, convirtiéndose en  una ciudad netamente comercial, que por desgracia duraría muy poco tiempo, puesto que los comerciantes de Lima, veían con malos ojos esta competencia. Sus protestas llegaron hasta la  Corona, y consiguieron un fallo favorable. La  Corona dicta un decreto, en el cual fija como única vía comercial con la metrópoli a Lima-Portobello-Castilla. Aunque después, se llegó a autorizar al puerto de Buenos Aires una restringida relación con Sevilla, con limitadas cargas anuales. Esta situación, convierte desde su origen a la ciudad, como una ciudad comercial contrabandista, donde llegan navíos extraños a la bandera española, con  anuencia solapada de las autoridades gobernantes de la nueva ciudad-puerto, quienes se enriquecían con el ilícito.

Los primeros pobladores que acompañaron al teniente general de la Gobernación del Paraguay o Gigante de India o del Río de la Plata, don Juan de Garay fueron 65; 11 españoles y 54 paraguayos, entre mestizos y criollos. Ellos fueron los beneficiarios de todos los derechos que como fundadores les correspondían, tales, de ser considerados vecinos, de ocupar los cargos públicos, poseer terrenos, para su solar, como para la chacra y poseer aborígenes por el sistema de encomiendas.

Ellos fueron: (8)

  • Rodrigo Ortiz de Zárate, alcalde. Español
  • Gonzalo Martel de Guzmán, alcalde. Español / Pedro de Quirós, regidor.
  • Diego de Olabarrieta, regidor / Antón Bermúdez, regidor.
  • Luís Gaytán, regidor / Rodrigo de Ibarrola, regidor.
  • Alonso de Escobar, regidor Español / Juan Fernández de Enciso, procuradorEspañol
  • Ambrosio de Acosta / Antonio Tomás,Español, participó de la fundación con Pedo de Mendoza /
  • Esteban Alegre / Cristóbal Altamirano  / Pedro Álvarez Gaytán
  • Domingo de Arcamendía / Juan de Basualdo. Español, participó de la fundación con Mendoza
  • Sebastián Bello / Francisco Bernal / Baltasar Carvajal. Español
  • Juan Carvajal / Víctor Casco de Mendoza / Miguel del Corro / Ana Díaz
  • Juan Domínguez / Juan de España / Juan Fernández de Zárate
  • Pedro Franco / Juan de Garay, el mozo / Alonso Gómez / Miguel Gómez
  • Rodrigo Gómez / Lázaro Gribeo / Sebastián Hernández
  • Pedro Hernández. Español, participó de la fundación con Mendoza.
  • Antón Higueras. Español / Domingo de Irala / Pedro Isbran / Pedro de Izarra
  • Miguel López Madera / Pedro Luyz / Juan Márquez de Ochoa / Juan Martín
  • Pedro de Medina / Andrés Méndez / Hernando de Mendoza / Pedro Morán
  • Miguel Navarro, Español, participó de la fundación con Mendoza
  • Jerónimo Núñez / Francisco Pantaleón / Alonso Pareja / Jerónimo Pérez
  • Antón de Porras / Antonio Roberto / Juan Rodríguez / Pedro Rodríguez
  • Juan Ruiz / Pedro Esteban Ruiz / Jusepe de Sayas / Pedro de Sayas
  • Pedro de la Torre / Andrés Vallejo / Bernabé Veneciano
  • Alonso de Vera y Aragón. Español / Pedro de Xerez / Pablo Zimbrón

La nueva ciudad estaba trazada según la Real Ordenanza de Población que dictó en 1573, Felipe II: “Era un gran rectángulo, con calles que se cortaban entre sí, formando ángulos rectos como un tablero de ajedrez” (9)

Imagen: portada del libro "El Conquistador Conquistado" de Josefina Cruz de Caprile,
Imagen: portada del libro «El Conquistador Conquistado» de Josefina Cruz de Caprile/ Editorial Sudamericana

Juan de Garay, traza un rectángulo de 250 manzanas o cuadras. A contar de la ribera hacía el oeste, las cuatro primeras manzanas estaban divididas en cuarto de manzana, a excepción de las destinadas al Fuerte, Plaza Mayor y a las congregaciones de San Francisco y Santo Domingo. El lugar elegido fue el espacio más alto de la costa, protegido de norte a sur por dos zanjones, que fueron excavadas siguiendo el curso de dos arroyos. Remontándonos  a la actualidad, los límites de la primitiva Santísima Trinidad, serían: al este; la calle 25 de mayo, al oeste; Av. Carlos Pellegrini, al norte; Viamonte (zanjón del norte) y al sur; Chile (zanjón del sur)

La ciudad fundada por los criollos y mestizos paraguayos, desde el principio, era llamada a la gloria y la inmortalidad. Lejos quedaron las 250  hectáreas del principio, para llegar a los 200  Kilómetros cuadrados actuales, contando solamente el ejido de la ciudad, que termina en la Av. General Paz. En la actualidad, se considera parte de la ciudad al Gran Buenos Aires

No podemos ignorar la proeza de estos 65 pioneros que acompañaron a Juan de Garay, que verdaderamente, disfrutaron de los derechos que se asigna a los fundadores. Pero, convengamos, que todo el merito del éxito se debe a la sacrificada e inhumana labor emprendida por los indios guaraníes, que desde Asunción acompañaron a los fundadores, que por el sistema de Encomienda (10), eran esclavizados. Por consiguiente, obligados al trabajo hasta el desmayo en las haciendas, para provecho y progreso de los amos encomenderos.  Estos,  en su mayoría, nacidos en Asunción, como sus padres españoles, aprovechaban  de la hospitalidad de los guaraníes para hacerse servir.  Desgraciadamente, para estos verdaderos fundadores no hay ningún reconocimiento y sus nombres y sus esfuerzos quedaron en el anonimato y en el olvido.

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Referencias:

(4)  Juan de Garay, nació en la aldea de Belandia, barrio de Orduña, provincia de Vizcaya (según Enrique De Gandía), entre los años de 1527 y 1528 y muere en 1583, en manos de los nativos. Su hija Jerónima de Contreras se casó con Hernán Arias de Saavedra (Hernandarias)

(5)  Enrique de Gandía, en su libro “Donde  Nació el Fundador de Buenos Aires”, páginas 15 y 16, dice: “presentes a la fundación hallábanse probablemente unos doscientos hombres y unas cuantas mujeres. Quizás que el número no llegase a tanto o lo sobrepasase, pues sesenta  y seis fueron los fundadores. Las demás personas, venidas con los expedicionarios desde la  Asunción en la carabela San Cristóbal, la primera que se construyó en el Paraguay, y por tierra, bajo las ordenes del capitán Alonso de Vera y Aragón, llamado Cara de Perro, sobrino del cuarto y último Adelantado, debían cuanto antes partir a España.

(6)  Oficialmente, en el Manual Informativo… Colección IV Centenario, figuran 65 fundadores incluido Juan de Garay. En cambio, el Padre Antonio Larrouy, en su libro “Los orígenes de Buenos Aires”, dice que son sesenta y seis los fundadores

(7) Vaquerías: Caza indiscriminada del ganado cimarrón que se había reproducido asombrosamente en las pampas. Esta actividad se realizaba con lanzas especiales, que cortaban los tendones traseros del animal. Cuando éste caía al suelo, lo mataban. Historia Visual de la  Argentina. Capitulo 7. La segunda Fundación de Bs. As. Pág. 105.

(8) En realidad, fueron jefes de familias que vinieron con sus respectivas esposas e hijos. La única mujer que figura como jefa de familia es Ana Díaz, pero, no es la única mujer participe de la fundación. Jaime López Fermoselle, en su libro “Juan de Garay, fundador de poblaciones”, página 154, refiriéndose a los asistentes en la plaza en momento de la fundación, hace decir a Juan de Garay: “ Allí estuvimos todos reunidos, las autoridades, la gente que iva embarcada en la carabela, los vezinos con sus mugeres, hijos y parientes, soldados y otros pobladores….Ansí mesmo estaba presente Ana Díaz, venida de Asumpción con su hija y su yerno, siendo la única muger que participó en el repartimiento de tierras.”

(9) Ídem. Ítem 4, Pág. 105.

(10) Encomienda: Sistema  de servidumbre, por el cual los indios eran entregados a los españoles por dos vidas, para prestar servicios a sus amos. Según la ley, era un sistema de protección, pero en la práctica era un sistema de esclavitud

Continuará el viernes 8 de junio – Parte 3 y última: “De Buenos Aires a la Santísima Trinidad”.

 

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