1° de marzo: ¿Día de los Héroes? 29 de septiembre: ¿Día de la Victoria de Boquerón? (Amóntema: eju lune)

El Día de los Héroes en Paraguay ERA recordado el 1° de marzo como homenaje al Mariscal Francisco Solano López y, por añadidura, dedicada a todos los héroes del Paraguay, a los que han luchado y dieron su vida por la patria en diferentes acontecimientos.

Pero las “autoridades” de nuestro país ‘dictaron y aprobaron’ leyes para cambiar los días patrios haciéndolo caer en un día lunes (ejú lune) con la excusa de potenciar el turismo interno para  que más paraguayos descubran su propio país, cuando en realidad, el comportamiento de nuestros conciudadanos es aprovechar los feriados largos para viajar ‘afuera’, principalmente a Foz de Yguazú, Clorinda, Posadas y otras ciudades limítrofes,  inclusive a países del caribe con lo cual, en lugar de potenciar el turismo interno, fomenta propicia el turismo externo

Lo que también nos causa inmensa tristeza es la falta de patriotismo de los que nos gobiernan, la resignación y la carencia de reacción de nuestros compatriotas ante esta distorsión de nuestra identidad nacional.

Jorge Rubiani

 

Al respecto, reproducimos fragmento de un artículo de Jorge Rubiani, escrito y publicado originalmente en mayo del 2017:

FERIADOS TURÍSTICOS

Está visto que el camino “cuesta abajo” de nuestra involución social, es más empinado de lo que imaginábamos. Ahora resulta que los feriados (los de mitad de semana trasladados a lunes) son para “promover el turismo”

De manera que lo de “feriado turístico” debe entenderse como el intento de reducir nuestros “días de redobles” a las interesadas recordaciones inventadas: Día de la Madre, del Padre, de la Amistad o de los Enamorados; para el negocio del intercambio de regalos; o para el consabido karu guasu o el ñemokö guasu característicos de los días festivos.

Pero que nuestras autoridades dejen POR FAVOR que los fastos que recuerdan la Independencia Nacional, el Día de los Héroes o nuestras gestas civiles o militares, sean conmemoradas en el día y si fuera posible, en la hora en que sucedieron.

Beneméritos de la Patria

Fueron los hechos y momentos que nos permitieron ser lo que somos y no debieran estar destinados para “santificarlos” con compras, comilonas o borracheras, sino con actitudes completamente distintas a la distensión mal acostumbrada.

Debe reconocerse sin embargo que los feriados nacionales dejaron de constituirse — desde ya hace mucho tiempo — en la oportunidad para el encuentro de los gobernantes con su pueblo o de las fuerzas militares y policiales con los estamentos civiles.

Dejaron de ser ocasiones para que en las escuelas, los maestros, alumnos y padres de familia, concreten una evocación colectiva y solemne de los sagrados días de la patria. Pero por culpa (en parte) de los “traslados de fechas”, los días patrios dejaron de ser la ocasión en que TODOS los paraguayos pudiéramos honrar el sacrificio de nuestros mayores y renovar nuestra esperanza en un futuro mejor, lejos de los padecimientos que hoy nos acosan, y de la manera más digna: cantando el himno cobijados bajo la bandera nacional.

Es obligatorio en esta ocasión poner el acento en algo fundamental: las fechas disueltas en el calendario turístico y comercial, son las mismas en las que con más de un siglo de distancia, murieron miles de compatriotas nuestros. Son las mismas en las que centenares de mujeres quedaron viudas, cuando sobre este mismo suelo y bajo este mismo cielo, miles de niños paraguayos quedaron sin padres y casi siempre sin hermanos y que a partir de entonces tuvieron que deambular la dura vida del paria en su propia tierra, afrontando un futuro mas que incierto.

Y si el feriado entre semana no es rentable para el turismo, es que la Conmemoración de una fecha histórica ¡no es para hacer negocios ni para vender nada!

“Conmemorar es recordar pública y solemnemente. La conmemoración es la solemnidad del recuerdo”, escribía José Ortega y Gasset. Es simplemente para que en ese punto del calendario y en homenaje a la responsabilidad que nos cargaron nuestros mayores, decidamos ser mejores, más responsables, más honestos y si fuera posible, más exigentes. Con nosotros mismos y todavía más, con nuestras autoridades, quienes mediante nuestros votos, asumieron el compromiso de conducirnos por los caminos de la decencia, de la probidad, de la austeridad y la eficiencia.

Estos feriados son para evitar que se diluya el sentido de responsabilidad colectiva, para determinarnos a merecer el destino que se nos ha legado, y proponernos firmemente dejar una nación mejor de la que recibimos.

El Turismo mientras tanto, se promoverá en el Paraguay cuando nuestras aeropuertos, puertos y aduanas estén instalados y equipados con las comodidades requeridas para sus delicadas funciones. Cuando nadie cobre indebidamente NADA, a NINGÚN visitante.

Se incrementará el turismo cuando nuestros aeropuertos, como se llamen y donde estén localizados, se parezcan — al menos — a cualquiera de los aeropuertos de las provincias argentinas o estados del Brasil.

Cuando la cacareada “marca país” se apoye en proyectos concretos y bien diseñados con los que el Gobierno Central y los gobiernos locales, se impongan para proteger nuestras costas, nuestros paisajes, nuestros lugares históricos. Para que todos estos sitios estén accesibles, seguros y señalizados.

Como un triste ejemplo, debe decirse que Cerro Corá, el escenario de mayor gloria y drama de nuestra historia, está infestado de antenas repetidoras de cualquiera de las empresas internacionales de comunicación. De forma que tales afrentas a nuestro patrimonio histórico, anulan cualquier emoción o la posibilidad de fruición de un paisaje tan entrañable para los paraguayos.

Finalmente y ante el interés de concretar “feriados largos”, para la obligación de hacer turismo… ¿CÓMO?¿PARA IR ADONDE? ¿A HACER QUÉ? Pues si se pretende que la gente se arriesgue en cualquier playa de aguas infestadas con coliformes fecales, creo que sería más sano y productivo, respirar el aire digno de nuestros feriados en casa; y exigir a nuestras autoridades, a que nos ofrezcan una colección de lugares en los que distenderse y disfrutar.

Porque mientras la actividad más visible de nuestras flamantes Secretarías de Estado sea declarar de interés turístico, cultural o educativo cualquier cosa que tenga el auspicio de alguna cervecería — ya se trate de algún corso carnavalesco o un concurso de miss loquesea — sus presupuestos sólo seguirán al servicio de mantener una frondosa dotación de funcionarios.

Total, el denodado esfuerzo de vendernos las sogas seguirá quedando a cargo de los que “promueven el turismo” a costa de nuestras emociones y de nuestro vapuleado sentido patriótico

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