Las turbinas de Yacyretá operan a media máquina porque los argentinos las hicieron funcionar por encima de su capacidad nominal los últimos años, según fuentes del ente. El Ing. Guillermo López Flores, miembro del Consejo, reconoció que están operando en un 87% de su potencia por precauciones, hasta determinar el origen de los problemas.
Las unidades productoras dela Central Hidroeléctrica Yacyretá (CHY) fueron sometidas a un trabajo forzado durante varios años para generar energía por encima de su capacidad. Eso provocó que actualmente ni siquiera puedan alcanzar su máxima potencia de 160 megavatios (MW), según fuentes cercanas a la binacional.
Las actuales autoridades intentaron reparar los daños, pero sin éxito. Hasta ahora han sido sometidas a reparación cuatro máquinas, sin que se haya conseguido que recupere toda su potencia.
Al decir de nuestras fuentes, las turbinas pueden trabajar hasta 115 MW de los 160 MW que tiene cada unidad, lo que se traduce en una pérdida de 45 MW por cada una de las 20 unidades generadoras.
Las reparaciones integrales para que vuelvan a operar en su máxima capacidad exigen una inversión de US$ 150 millones, siempre según la fuente.
Intentamos conocer la versión del director de la entidad, Lic. Enrique Cáceres, pero su secretaria nos dijo que se encontraba de reunión; no obstante, logramos consultar con el único técnico que integra el Consejo de la Administración de la EBY, el Ing. Guillermo López Flores, quien confirmó la versión. “Así es, eso es correcto; no están operando a capacidad nominal de 155 megavatios, sino a 135, que sería alrededor del 87 por ciento. Es por precaución, para precautelar la aparición de inconvenientes técnicos hasta tanto se diluciden las razones por las cuales aparecieron problemas en otras máquinas. Entonces, 17 máquinas operan con este porcentaje de su capacidad nominal”, agregó el ingeniero López Flores.
Añadió que una de las máquinas que habían sido reparadas en forma provisoria, no definitiva, apenas fue repuesta, atravesó por una situación preocupante. “No había la seguridad de que pudiera operar a su potencia nominal sin problemas; entonces también se lo redujo al 87 por ciento”, explicó.
Siguió diciendo que esta situación se viene arrastrando desde hace un par de años. “Como hay tres etapas de reparaciones, entonces una de las máquinas, con una reparación parcial, cuando se la puso en servicio, emitió unas señales que hicieron que precautoriamente también se la hiciera funcionar solo al 87 por ciento de su potencia. Las otras tres están aún en proceso de reparación”, agregó.
No pudo precisar la cantidad de turbinas con las que está operando actualmente la central hidroeléctrica. “Puede ser que sean 17 o 18 máquinas las que estén operando, por precaución, al 87 por ciento de su capacidad nominal, hasta detectar el problema suscitado y llegar a una solución definitiva”, concluyó.
No hay nada sobre Aña Cuá: En cuanto al proyecto de maquinización del brazo Aña Cua del río Paraná, el Ing. López Flores señaló que se hizo la licitación, la precalificación de empresas de la parte civil y electromecánica; pero nada de eso fue aprobado por el Consejo de administración. Además, después se retiró todala documentación. Añadió que no tiene certeza de si esos documentos fueron entregados por los argentinos. Si así fue, los consejeros paraguayos pedirán instrucciones al Ejecutivo sobre su aprobación o no, añadió. Esto teniendo en cuenta el acuerdo de 2011 sobre la no ejecución de proyectos nuevos hasta tanto se solucione el tema de la deuda de la entidad, que ya supera los US$ 16.000 millones.
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