Ña Nica, la reina del kabure en San Ignacio

Al visitar la ciudad de San Ignacio, en Misiones, es imposible no detenerse en la esquina del comité liberal, para disfrutar de la exquisita chipa asador preparada por Nicasia Cordobé, conocida como ña Nica, que creó una novedosa forma de elaborar kabure (chipa asador), en una parrilla especial

Por la alta calidad de sus productos, ña Nica tiene clientes fieles, que no se pierden su deliciosa chipa
Por la alta calidad de sus productos, ña Nica tiene clientes fieles, que no se pierden su deliciosa chipa

La mujer, como varias congéneres paraguayas, echó mano a su talento e imaginación, un año atrás, “un día en que solo tenía 50.000 guaraníes para el gasto de la semana”, según recuerda.

En esa época su marido, don Crecencio Enciso, changador, estaba sin trabajo y tenían deudas que cubrir y tres hijos a quienes dar de comer; por lo que ña Nica decidió invertir su único capital para hacer kabure, pero le alcanzó apenas para los huevos, la harina de maíz, el almidón, el aceite y el carbón, pero no para el queso. “Fui a hablar con mi vecina doña Mili Valenzuela, quien me tendió la mano y me dio fiado un kilo de queso”, recuerda.

Instaló un puesto en la vereda, y así empezó su labor un frío día, el 16 de mayo del 2016. Formó rápidamente una clientela fiel, que de lunes a sábado merienda del puesto de ña Nica, que hoy es una exitosa microempresaria del rubro.

Secreto culinario – Aparte del amor que pone al preparado, el secreto de ña Nica es la forma en que cocina su kabure. “Es en una parrilla adaptada con una cadena y un piñón que le había construido un muchacho llamado Fabián Marín”, cuenta.

En su parrilla cocina 15 unidades de kabure. Actualmente, debido a la alta demanda, prepara 20 kilos de la mezcla y le salen 230 unidades de kabure por día. A veces el exquisito producto ya no alcanza a todos, pues todo el que prueba queda prendado con el sabor.

Ña Nica vive con su familia como encargada del comité liberal de San Ignacio desde hace diez años. Con alegría destaca que su esposo ya no necesita trabajar afuera, pues le ayuda a ella y juntos logran los ingresos para cubrir las necesidades de la familia.

Además, esta luchadora mujer en las madrugadas prepara dulce de maní, que vende a la mañana en San Juan Bautista y a veces en General Delgado, y por la tarde prepara su kabure. (V.R.)

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