Madres (Homenaje a los seres que nos dieron la vida)

Día de la madre 15-05-14Hoy, 15 de mayo, se festeja el Día de la Madre paraguaya y nos pareció oportuno publicar un artículo periodístico del mayor poeta de nuestro país: Elvio Romero*

————————————————————————————–

“Saben que alguna vez se quedarán solas y abandonadas, por una u otra razón se irán yendo los hijos afuera

A George Orwell, el autor de ‘Rebelión en la granja’, le preguntaron a qué ser humano apreciaba más y él contestó: «A una madre que cría 10 hijos».

Cuando leí esto en un reportaje que se transmitió poco, pensé inmediatamente en nuestras madres, en esas que forjaron nuestro país y están diseminadas por todos sus rincones, nuestras madres heroicas que cargan ¡con todo el peso de nuestra historia!

Hijos sin padre, por lo general; de padres que sembraron el fruto de paso, como al azar; que se han ido en busca de trabajo y no volvieron, olvidando a sus hijos; y quedaron ellas a cuidarlos, solas ante el horizonte y solas ante el destino.

No se privarán de sacrificio alguno para que estudien, para que sean alguien, lo que ellas no pudieron ser.

Las guerras que asolaron el suelo patrio las encontraron de pie, con la ropa hecha jirones, pero bandera en mano. Levantando la casa, ladrillo sobre ladrillo, con los hijos prendidos a sus faldas, y dispuestas a reconstruir el solar de su nacimiento, aunque fuera terrible el precio que pagarían.

Entretanto, lo único que les importa son los hijos, y se han doblado el lomo para alimentarlos, con las manos llenas de arrugas de lavar guardapolvos, sembrar, cosechar, cumpliendo su destino de creadoras mártires, de madres inmortales en una tierra sufrida.

Y darían lástima, si en este país se sintiera lástima por alguien. Saben que alguna vez se quedarán solas y abandonadas; por una u otra razón se irán yendo los hijos fronteras afuera, sin que ellas sepan jamás su paradero, y que con el paso del tiempo dejarán de recibir la ayuda que esperaban, ya que ellos, a su vez, emprendieron nueva vida y fueron relegando poco a poco sus deberes para con ellas.

Veo pasar a una joven campesina, de no menos de 15 años, y ya guardando en el vientre la semilla sagrada. ¿Será la única vez o seguirá procreando? Lo más probable es que no se detenga en su carrera. Y siga echando al mundo los hijos de su querer. ¿Llegará a criar 10 hijos como decía el novelista? Cuidar a 10 niños es una hazaña notable, un balanceo en el trapecio del sacrificio. Al precio, naturalmente, de su integridad física. ¿Acaso no hemos visto a esas mujeres prematuramente marchitas, arrugada la piel, los cabellos blancos, marginadas ya de los placeres elementales, con una edad imposible de adivinar?

Las hemos visto y las seguiremos viendo. A no ser que un viento de redención sople de veras y no en la retórica de los discursos en esta tierra. Y ellas serían amadas y recibirían el calor de hogar con que sueña la especie humana en su paso sobre la tierra.
Y estas madres, cuyo sacrificio es inmedible, borrarán de su rostro los rasgos de la penuria y sonreirán con el júbilo feliz de su renacimiento

* Yegros (Paraguay) 02-12-1926 / Buenos Aires (Argentina) 19-05-2004

 www.ultimahora.com  (El Correo Semanal -10.11.2001) / www.sololiteratura.com

 

About the author

Deja un comentario