¿ Las mujeres paraguayas actuales son ninguneadas?

Cuándo los paraguayos intentamos hablar de la importancia del “Día de las Mujer paraguaya”, tenemos que caer-necesariamente- en los datos de las historia que habla  de la donación de joyas que ellas hicieron a la causa bélica de la Guerra contra la Triple Alianza el 24 de febrero de 1868

O, más actualmente, apelamos a las palabras del Papa Francisco quien afirmó que la mujer paraguaya es “la más gloriosa de América” en el sentido que tienen la memoria, la genética de aquellas que reconstruyeron la vida, la fe, la dignidad de su pueblo

 «Para mí, el ejemplo más grande es el de Paraguay de posguerra. Pierde la Guerra de la Triple Alianza y prácticamente el país queda en manos de las mujeres. Y la mujer paraguaya siente que tiene que levantar el país, defender la fe, defender su cultura y defender su lengua, y lo logró. La mujer paraguaya no es cipaya, defendió lo suyo. A costa de lo que fuera, pero lo defendió y repobló el país. Para mí, es la mujer más gloriosa de América. Ahí tiene un caso de una actitud que no se entregó. Hay heroicidad», expresó  el Sumo Pontífice en una entrevista el año pasado

 ¿Pero que pasa hoy con el reconocimiento a las mujeres actuales posteriores a la guerra grande ?

 Nones. Nada. Nandí verá.

Hay una canción paraguaya que dice: “nuestras heroicas nobles mujeres que en su hermosura son un primor, son hacendosas en sus quehaceres y son la gloria en el amor”

Sin embargo, seguimos con el folklorismo tradicional en que se exalta solamente la vestimenta de las mujeres que componen los numerosísimos cuerpos de danzas que existen en el Paraguay y en todos los lugares del mundo donde existen compatriotas que residen en ella.

Imagen: lanacion.com.py

Y aunque esa actitud tal vez sirva para preservar nuestra identidad cultural,  son escasos los que enaltecen a “nuestras” mujeres que han dado –y siguen dando- cátedras como madres,  profesionales, políticas, escritoras, empleadas, artistas y artesanas,  amas de casa empresarias, trabajadoras sociales, enfermeras, empleadas domésticas, poetas, deportistas, periodistas etc. etc.

 ¿Será que este hecho se debe a que la sociedad paraguaya aún la “ningunea” sin distinción de género? Si ello es así, ignoramos los motivos

Ponemos punto final a esta nota porque “ipukú guié, ikarẽsema ohóvo” o sea, cuando más largo es algo,  tiende a curvarse.

Pero  antes, rendimos nuestro afectuoso homenaje a las numerosas militantes del “sexo débil” de nuestro país –sea cualquiera su lugar de residencia- las que, con su innegables dulzura e inteligencia, nos hace creer que los hombres somos su “Rey”….

 

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