El clásico estilo del Itamaraty, nuevamente funcionó a la perfección: postergar las negociaciones para otro momento favorable a sus intereses. Así, el tema del reclamo paraguayo sobre Itaipú quedó relegado para otra oportunidad. Los acuerdos a firmarse quedaron durmiendo el sueño de los justos, juntando polvo en algún recóndito cajón.
Luego de tres horas de reunión los presidentes Paraguay y Brasil o se pusieron de acuerdo: los 15 memorandos de entendimiento y protocolos de cooperación bilateral que Lugo y Lula debían firmar, quedaron durmiendo el sueño de los justos, juntando polvo en algún olvidado cajón del Palacio del Itamaraty. Aunque el canciller paraguayo Héctor Lacognata aseguró que los mencionados acuerdos se suscribirían el 15 de junio durante una visita que realizará Lula a Paraguay. Otra fecha probable para alcanzar un acuerdo definitivo es julio, durante la Cumbre del Mercosur que se desarrollará en Asunción.
La negativa de la diplomacia brasileña se basa en que la renegociación del Tratado recién puede hacerse en el 2023, cuando se cumplan los 50 años de la firma del Tratado. El ministro de Minas y Energía, Edison Lobão, afirmó que “aún cuando el gobierno brasileño aceptara esa demanda, el Tratado (de Itaipú, de 1973), tendría que ser modificado por los Congresos de los dos países”.
No obstante la intransigencia Paraguay se mantiene firme en su postura de recuperar su soberanía en la hidroeléctrica binacional y no cederá en sus reivindicaciones: precio justo, revisión de la deuda y libre disponibilidad del 50% de la energía que le corresponde como condómino.
EL PRECIO DE LA ENERGÍA
Paraguay apenas recibe apenas 2,7 dólares por megavatio hora, sobre el costo de producción que pagan a la entidad binacional, que ronda los 40 dólares por megavatio hora. La deuda es de Itaipú y, a pesar de haberse pagado ya 30.700 millones de dólares, ronda los 20 mil millones de dólares.
APOYO DEL VICEPRESIDENTE
Federico Franco admiró la postura del presidente Fernando Lugo ante su par del Brasil, Luis Inácio “Lula” Da Silva. Dijo que por primera vez un mandatario se plantó y fijó una posición firme con respecto a los reclamos de Paraguay en relación a Itaipú.
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