Con el objeto de apuntalar su candidatura a presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR), el diputado Pedro Alliana estuvo por Buenos Aires anteayer.
En dicha ciudad, se reunió con sus correligionarios en la Casa Paraguaya (Chile y Av. Entre Ríos) siendo recibido por Isidro Méndez Chávez, presidente de dicha institución cuyos salones se vieron colmados por una masiva concurrencia.
El candidato –ex gobernador del Dpto. de Pilar- vino con una poderosa comitiva: la senadora Lilian Samaniego actual titular de la ANR, la senadora Mirtha Gusinky, Hugo Velázquez, Presidente de la Cámara de Diputado y otros integrantes de la dirigencia central del Partido Colorado, que ocuparon la mesa central, acompañados por Feliciana Gamarra, presidenta de la Seccional 414 y Julio Riquelme, candidato por el sector allianista a miembro por el exterior en la Junta de Gobierno.
Fue un acto típico de proselitismo político donde no faltaron los bombos y, por supuesto, la polca conocida popularmente como la N° Uno, las hurras correspondientes, todo desarrollado en un clima festivo que condujo eficazmente Samuel Leiva, presidente de la Seccional de Barracas.
El tono de los discursos estuvieron acordes con el motivo de la convocatoria, que finalizó con un “baile karapé” al que Teresita Vellozo puso el fondo musical.
Recordemos que también en Bs. As. se elegirán los componentes de las 9 seccionales reconocidas oficialmente y también el de los representantes (titular y suplente) de la Región 19 para integrar conducción del Partido.
Observamos la asistencia de muy pocos dirigentes de las Seccionales Coloradas acreditadas en Bs. As. habida cuenta de la profunda división bipartita –temporaria por supuesto- de los mismos que ya han tomado partido por uno de los dos candidatos a presidir la ANR a nivel nacional.
Pero esta ausencia tampoco debe considerarse como algo demasiado llamativa ya que los votos decisorios están en las bases coloradas.
Un dato emotivo: al terminar el acto, un compatriota se acercó a la senadora Mirtha Gusinky y le regaló una rosa “en homenaje a su temple de madre y en memoria de Cecilia”.
