En la semana fue nombrado el ciudadano libanés nacionalizado paraguayo Hassan Dia Jebai como representante de nuestro país en el Líbano. El lobby del Ejecutivo duró más de un año y las fuertes presiones hicieron que se modifique el artículo de una ley en tan solo un mes para que este pueda ser nombrado.
El pasado 2 de agosto, el presidente Fernando Lugo decretó que los embajadores paraguayos alrededor del mundo no iban a poder ser compatriotas naturalizados, sin efecto retroactivo y pese a que algunos de ellos ya sirven en el servicio diplomático.
“El Presidente (…) podrá designar a personas (…) de nacionalidad paraguaya natural (…)», reza la modificación de la Ley número 1.335/99 “Del servicio diplomático consular”, ratificada, como se mencionó, el pasado 2 de agosto.
Pero el Ejecutivo, que aparentemente “olvidó” esta última modificación, ingresó el pedido el 17 de agosto para que Hassan Dia Jebai pueda ser nombrado embajador en el Líbano.
Dia Jebai vivía en Foz de Yguazú y tiene sus comercios en nuestro país. Es un cupo del oviedismo, que viene presionando desde el 2009 para su nombramiento.
El 31 de agosto, los senadores Rogelio Benítez (ANR), Alfredo Jaeggli, Miguel Ángel González Erico (PLRA) y Jorge Oviedo Matto (Unace) propusieron al Congreso modificar de nuevo el Art. 9 de la ley, a fin de habilitar a los ciudadanos naturalizados para ser designados embajadores.
Luego del visto bueno de Senadores, el presidente Lugo aprobó la frase “un paraguayo natural o naturalizado”, dentro de ese mismo artículo 9, para que Hassan Dia Jebai pueda ser nombrado finalmente el pasado 2 de diciembre como representante de Paraguay en el país de Medio Oriente.
El senador Miguel Abdón Saguier fue uno de los acérrimos opositores para evitar la modificación de la Ley. El liberal explicó que no era por la persona, sino por la desprolijidad del Ejecutivo en firmar una cosa en un mes y desdecirse tan solo semanas después.
Se puede cuestionar o alabar la trayectoria de una persona, como en este caso del libanés-paraguayo Hassan Día Jebai; pero el hecho, además de constituir una falta de respeto a aquellos diplomáticos escalafonados, representa una burla más de los políticos hacia el pueblo.
Esto sienta precedente para que cuando algún día se decida nombrar a un naturalizado que no sea de agrado del mandatario de turno, el mismo simplemente modificará de vuelta la ley “a placer”, para una sola persona.
Y mientras los proponentes y el Gobierno se nos ríen en la cara, el pueblo sigue sin reaccionar.
Juan Cálcena Ramírez – abc.com.py
Que verguenza!!!! que atropello a la constitución..y a la ciuda-
dania….Nopuedo creer que el presidente haya sido capaz de hacer esto burlandose de la voluntad del pueblo. ¿Cuánto le pa-
gó por esto ?. Y sin previa investigación de su hoja de vida,de sus negocios (Dios nos libre que no sean plantaciones de cocaina, mariguana.o achis )Esto no es manera de cuidar de la seguridad Nacional. Estoy desilucionanadome de nuestros mandatarios. No puedo mas, por favoooor..lo que ahora nos espera
no va a ser poca cosa. Un gran CERO para todos los que propiciaron este nombraminento ERRRR!!!!
Juana Pueblo y sus hijos.