El gobierno paraguayo implementó a partir de ayer el Programa de Pensión Alimentaria para Adultos Mayores Indígenas como parte de las iniciativas de inclusión social y lucha contra la pobreza.
En acto realizado en la ciudad de Villa Hayes, a 31 kilómetros al norte de Asunción, el ministro de Hacienda, Dionisio Borda, indicó que el objetivo de este programa es llegar para el primer semestre del 2012 a todas las personas adultas originarias en situación de pobreza.
Este miércoles, nativos de diferentes comunidades recibieron por primera vez sus cheques como parte del sistema, que tiene entre sus objetivos básicos garantizar la protección, autonomía económica y la inclusión social de los adultos mayores de 65 años.
El propósito de las autoridades es llegar alrededor de mil beneficiarios antes de finalizar el actual año, según el titular de Hacienda.
Borda explicó que los estimados cifran en tres mil 200 los indígenas que tienen derecho a ser favorecidos por el programa, de los que ya fueron identificados más de dos mil 900, pero en su mayoría no reciben las pensiones por carecer de cédula de identidad o tenerlas vencidas.
El funcionario reconoció que uno de los desafíos «es lograr la universalización de su inscripción en el Registro Civil y la cedulación».
Paraguay tiene registrado en su último censo una población originaria de alrededor de 109 mil personas, de las que el 71,8 por ciento está en situación de pobreza y el 57,4 en condiciones de pobreza extrema.
Uno de los méritos de este programa de beneficio social es que respeta las características particulares de las comunidades nativas.
Al respecto, el ministro Borda comentó que en este país las políticas públicas casi nunca tuvieron en cuenta a esas comunidades y cuando se hizo no consideraron la especificidad de sus culturas.
No sólo no tuvieron el impacto necesario, sino que muchas veces violentaron las formas de ser, pensar y actuar de los hombres y mujeres de nuestra población más antigua, afirmó
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