No es una novedad que las autoridades paraguayas carecen absolutamente de la propensión de resguardar el Patrimonio Edilicio Histórico de nuestro país.
Excepto algunos que podemos contar con los dedos de una mano: el Palacio de los López, el Panteón de los Héroes, el Teatro Municipal, la Estación Central del Ferrocarril, la Catedral Metropolitana, el Cabildo, Casa de la Independencia y las Iglesias de Trinidad y de la Encarnación ¿Tal vez la Escalinata?
Todos de y en la ciudad de Asunción ¿habrá sido obra de la casualidad o decisión de sus intendentes y/o autoridades nacionales?
Lamentablemente, eso no ocurrirá con el edificio de la antigua Municipalidad de Asunción ubicado en la calle Palma entre Ayolas y Montevideo ya que fue comprado por un grupo inversor español por un valor aproximado al millón de dólares. Que será destinado a la construcción de
un moderno hotel, con 14 pisos, que, aparentemente, revitalizará el viejo microcentro asunceno.
Parece ser que la Municipalidad está en quiebra económica porque no pudo retener uno de los edificios más emblemáticos de la Capital del Paraguay.¿ Y si la quiebra es moral?
Tal vez la Ley 3001/2006, promulgada por la Junta Municipal de Asunción con el objetivo de allegar fondos por un valor de 4 mil millones de guaraníes para proteger la naturaleza asuncena, no quede en agua de borrajas para que los habitantes capitalinos no tengan que sufrir el impacto ambiental de las obras construidas en su jurisdicción.
