Sobre la ocupación de Corrientes en 1865

Rafael Luis Franco (frarafael@gmail.com)

Para rebatir la infinidad de mentiras que les enseñan a los correntinos y a nuestros compatriotas. Justamente el pasado fin de semana (28-4-2019) salió en la revista del diario asunceno ABC, en la sección Entérese, una serie de macanas al respecto, al comienzo de la nota nomás dice lo siguiente:

«El 13 de abril de 1865, el ejército paraguayo invadió la ciudad de Corrientes. Causó sorpresa la invasión, durante la cual se realizaron muchos desmanes (robos a establecimientos comerciales, estancias, asesinatos, violaciones de mujeres, toma de prisioneros y otros abusos).»

Bien, para que vean la falsedad de lo que la política oficial argentina, mitrista y legionaria, enseña, lean esto que extracté de las crónicas de época de la guerra, recopiladas por Efraim Cardozo que luego fueron publicadas en trece tomos, en su obra “Hace 100 años”. Estos párrafos corresponden al t. I, páginas correspondientes a abril de 1865.

Un viernes santo, 14-4-1865, a las 5 de la mañana volvió a aparecer frente a la ciudad de Corrientes la escuadra paraguaya. Un total de 3.000 soldados al mando del brigadier Wenceslao Robles. El día anterior el gobernador de Corrientes Manuel I. Lagraña tomó disposiciones para defender la ciudad en caso de desembarque de las fuerzas paraguayas, declaró la provincia en estado de sitio y convocó la guardia nacional, al mismo tiempo que reunió el armamento disponible en la ciudad. ESCASA REPERCUSIÓN POPULAR TUVIERON ESTAS MEDIDAS.

Cuando las fuerzas paraguayas se aprestaron a desembarcar, este gobernador, Lagraña, creyó más prudente ordenar la retirada de la guardia nacional, que en muy escaso número había logrado reunir. Se fue a los suburbios de la ciudad, con armas y municiones; abandonaron los edificios públicos sin tomar la precaución de retirar los archivos. O sea que fue una fuga precipitada.

Luego, comprobado el abandono de la plaza, el general Robles ordenó el desembarco; NO ENCONTRÓ RESISTENCIA NI SIGNOS DE HOSTILIDAD DE PARTE DE LA POBLACIÓN.

Las fuerzas paraguayas formaron en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, donde el general Robles permaneció largo rato esperando que se le acercara alguna persona de la ciudad a quien poder comunicar sus miras para aquietar cualquier temor.

La población en un primer momento se mantuvo retraída, con las puertas cerradas, hasta que al fin algunos vecinos caracterizados fueron a ver al general Robles. Este les aseguró que “las miras del gobierno paraguayo no eran otras que liberar al pueblo correntino del despotismo de Buenos Aires y que LAS PERSONAS E INTERESES DE LOS HABITANTES SERÍAN RESPETADOS”. Con esta declaración Y LA MODERACIÓN QUE OBSERVABAN LAS TROPAS, la población comenzó a dar señales de vida. SE REANUDARON LOS OFICIOS RELIGIOSOS DE SEMANA SANTA.

Ese mismo día entró en la ciudad, SIN ENCONTRAR RESISTENCIA, una columna de caballería paraguaya, de 800 hombres. Mientras el gobernador Lagraña ordenó el abandono completo de la ciudad, dirigiéndose a Empedrado, donde instaló su cuartel general.

El parte del general Robles, de ese día, decía: “Tengo el honor de dar cuenta a V.E. que a las 6 de esta mañana he verificado el desembarco de la columna de mi mando en Corrientes sin la menor oposición de sus habitantes. El gobernador Lagraña se ha fugado esta noche con su círculo. La municipalidad y por fin TODO EL PUEBLO NOS HA REGIDO CON MARCADA SATISFACCIÓN Y CONTENTO; por un propio que despacho por los chasques de las villas, elevo al conocimiento de V.E. el parte detallado de la ocupación de la ciudad”.

El domingo 16 de abril llegó a Corrientes el ministro de RREE del Paraguay José Berges, su misión era representar al presidente F.S. López ante la provincia. Su propósito era NO TRATAR A CORRIENTES COMO PAÍS CONQUISTADO SINO COMO A PUEBLO AMIGO CON EL CUAL INCLUSO EL PARAGUAY PODÍA ESTABLECER UNA ALIANZA, YA QUE LA GUERRA DECLARADA NO ERA CONTRA EL PUEBLO ARGENTINO SINO CONTRA EL GOBIERNO DEL GENERAL MITRE.

Acompañaron a este ministro algunos caracterizados vecinos de Asunción, Juan Crisóstomo Centurión y Antonio Zayas, jóvenes que habían sido educados en Europa. Estos acompañantes tenían la misión de hacer propaganda en el pueblo correntino para levantar su espíritu…

Los vecinos, a invitación del general Robles, el 19 de abril de 1865 se reunieron en la Sala de Comercio de Corrientes, las figuras más representativas de la ciudad. La misma fue presidida por Robles, quien expuso que ella tenía por objeto proceder al nombramiento de un gobierno provisorio, que debía regir la Provincia… Afirmó que el Paraguay no deseaba proceder como conquistador y respetaba la voluntad del vecindario para constituir sus propias autoridades, civiles, en vista de la fuga del gobernador.

Concurrieron a dicha asamblea cerca de 300 vecinos. Entre los oradores, el más convincente fue el señor Billinghurst, el que estuvo “más oportuno y al caso, atendidas las circunstancias del momento”, según relató Juan Crisóstomo Centurión, testigo del acto.

Luego se votó y salieron electos los señores Teodoro Gauna, Sinforoso Cáceres y Víctor Silvero, para formar la Junta Gubernativa.

Luego el general Robles lanzó una proclama: “¡Correntinos!, tenéis la prueba práctica de que SOLO HEMOS VENIDO A DAROS GARANTÍAS PARA QUE RECONQUISTÉIS LA LIBERTAD DE ACCIÓN DE QUE OS PRIVABA LA DEMAGOGIA PORTEÑA. Ya habéis ejercido esa libertad creando una Junta Gubernativa para proveer la acefalía de poderes que os dejó el instrumento del general Mitre, el obcecado Lagraña. La autoridad QUE HABÉIS ELEGIDO tendrá un firme apoyo en los soldados que tengo el honor de mandar. … ¡Correntinos! Yo os congratulo en nombre de mi gobierno por la acertada elección que habéis hecho y os saludo con afecto”.

Luego hay una proclama de la recién formada Junta Gubernativa al pueblo de Corrientes: “Ciudadanos. Instalado el gobierno provisorio de la Provincia, creado en las presentes circunstancias POR EL SUFRAGIO DEL PUEBLO REUNIDO EN ASAMBLEA para proveer la acefalía de poderes en que nos dejó la desaparición del gobierno de don Manuel I. Lagraña con motivo de la ocupación de esta Provincia por la columna paraguaya … el primer deber de la Junta Gubernativa es, persuadida de vuestro apoyo y concurso, GARANTIROS LA SEGURIDAD DE LA TRANQUILIDAD PÚBLICA.

“Compatriotas, las fuerzas paraguayas que ocupan la provincia PERTENECEN A UNA REPÚBLICA QUE SIEMPRE HA SIDO PARA NOSOTROS UN PUEBLO HERMANO, NO SON NUESTROS ENEMIGOS, SON SÍ NUESTROS MEJORES AMIGOS. LA ÚNICA MISIÓN DE ELLOS ENTRE NOSOTROS ES DEFENDER LA INDEPENDENCIA DE LAS REPÚBLICAS DEL PLAZA, hostilizadas por el emperador del Brasil, y comprometida por la política INSIDIOSA DE MITRE.

“…Entregaos, entre tanto, con tranquilidad y confianza a vuestras faenas ordinarias, y estad prontos para cooperar a vuestro gobierno provisorio, quien como guardián del orden público vela desde ya por vuestra felicidad.” Firman: Teodoro Gauna, Víctor Silvero y Sinforoso Cáceres.

Más adelante esta Junta Gubernativa volvió a lanzar otra proclama, esta vez dirigida a las otras provincias de la Confederación Argentina, decía: “La provincia de Corrientes se ha visto en la imprescindible necesidad de asumir íntegramente su soberanía y os debe una explicación de este acto solemne. UN MANDATARIO EXTRAVIADO [MITRE], DESLUMBRADO POR EL BRILLO DE LA CORONA IMPERIAL, y soñando poder HACER DE NOSOTROS UN SEGUNDO IMPERIO, SE HA ALIADO SUBREPTICIAMENTE AL BRASIL PARA CONSUMAR LA RUINA DE LAS REPÚBLICAS DEL PLATA. La República Oriental ha sido ya víctima de esa política funesta; la del Paraguay ESTÁ AMENAZADA DEL MISMO PELIGRO, y nosotros no tenemos más garantías que nuestros propios esfuerzos. El pueblo correntino que ha luchado con tanto denuedo por su independencia y sus instituciones democráticas, no podía mirar impasible EL SACRIFICIO DE LAS REPÚBLICAS HERMANAS, ni su propio riesgo. Levantó enérgico la voz por medio de su prensa, anatematizando la política del Gobierno Nacional y se prepara A COMBATIRLO EN EL TERRENO DE LAS ARMAS. Se traicionaría la sagrada causa de la República que nuestros padres sellaron con su sangre y habría sido crimen y cobardía imperdonable no salir en defensa de ella. … La provincia de Corrientes que solo anhela ver garantidas sus instituciones contra las asechanzas del ambicioso y conquistador Imperio del Brasil, INVITA A TODAS SUS HERMANAS A ADOPTAR LA MISMA POLÍTICA, a fin de que, sin sacudimientos ni conmoción PODAMOS DEPONER AL HOMBRE FUNESTO QUE NOS HA TRAICIONADO, y dar a la República un gobernante que respetando nuestro sistema, contenga al Brasil en la marcha absorbente que lleva. PARA ESTA OBRA SALVADORA CONTAMOS DESDE LUEGO CON LOS PODEROSOS ELEMENTOS DE LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY, cuyo jefe supremo ha iniciado ya la cruzada libertadora, poniendo en acción todo su poder para escarmentar al ambicioso imperio. La provincia de Corrientes confía en que su invitación será aceptada con avidez por TODAS SUS HERMANAS, Y QUE LA REPÚBLICA ARGENTINA TODA ENTERA ESTARÁ AL LADO DEL PARAGUAY PARA HACER RESPETAR LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS LIBRES”.

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