No es a Lugo, es a vos

Brigitte Colman (*)

El humor en estos días tan densos lo puso Melki, con su chiste donde aparece Federico Franco con banda presidencial y bastón de mando, diciéndole a un mapa del Paraguay:

-«¡Taráaan! ¿Sabés quién soy? ¡Soy tu nuevo presidente!».

Y el mapa le responde:

«Disculpame… No te reconozco bien todavía: es que llegaste tan de golpe».

En un juicio político exprés, los mismos senadores que hace dos semanas huyeron despavoridos porla inconclusa Avenida Costanera, después de haber votado en contra del desbloqueo de las listas sábana, destituyeron al presidente Fernando Lugo.

Un rato después, ascendieron al vice Federico Franco a presidente.

Después de eso, alguien ordenó tirar gases lacrimógenos a la gente que estaba en la plaza, y los enemigos de Lugo se fueron a brindar con champán.

No sé si fue un golpe, si es un quiebre arropado de legalidad o un quiebre constitucional.

Lo que sí es seguro, es que terminamos de comprender que este país está en manos de un Congreso que hace lo que quiere, cuando quiere.

Por eso seguimos tristes, confundidos y enojados.

A Lugo lo acusaron de la masacre de Curuguaty (aún no esclarecida), de la inseguridad y de ser responsable de las ocupaciones de tierras.

Los parlamentarios se olvidaron de acusarlo de que Cerro no pudiera ganar la Libertadores en su centenario. Supongo que fue por el apuro nomás.

CULPABLES. Uno de los sospechados padres de este despelote, Horacio Cartes, precandidato colorado a la presidencia de la República, le echó la culpa a la presidenta del partido; dijo que el juicio político fue idea de ella.

Sin sonrojarse, Cartes aseguró que fue por el bien de la patria.

Supongo que también fue por el bien de la patria que los colorados sostuvieron 35 años al dictador Stroessner.

Hay quien dice que los que votaron por Lugo también votaron por Federico.

Pero le dimos el voto para que gobernara con Lugo, y no para que hiciera foul en el área de penal y saliera ganando con un penal inventado.

No lo votamos para que se juntara con Kalé, Cartes y Oviedo. No fue para eso.

Un presidente liberal en el Palacio después de 72 años, aunque muchos liberales están avergonzados. Porque esto es como salir campeón por decreto.

Lo que Federico y su partido, acompañado de colorados, patriaqueridistas y oviedistas, hicieron, no se lo hicieron a Lugo. Se lo hicieron a los paraguayos.

Porque seremos nosotros quienes sufriremos las consecuencias. Los senadores y diputados seguirán gozando de privilegios. Mientras la gente tendrá que poner el hombro para empujar al país hacia adelante.

Por cierto,la agencia Standard& Poor’s; anunció ayer que «colocó en revisión negativa la calificación de crédito de Paraguay, porque ve una mayor incertidumbre sobre la política económica tras la destitución de Fernando Lugo.

Eso se lo debemos a senadores y diputados.

Por eso te digo: este golpe no es a Lugo, es a vos.

 (*) ultimahora.com

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