Más impuestos es igual a más pobreza

Rafael Luis Franco
frarafael@gmail.com

El Impuesto a la Renta Personal (IRP) que se quiere implementar en el Paraguay supongo debe ser similar al que en la Argentina se llama Ganancias Eventuales, donde anualmente hace una liquidación sumando todo lo facturado más el patrimonio (vivienda, auto, etc.), y si uno supera el mínimo no imponible, por el excedente debe pagar un porcentaje de impuesto. Claro que en esa liquidación se descuentan ciertos gastos, los que atañen al trabajo, pago de alquiler, etc., y si hubo compra de maquinaria o herramientas, dependiendo del monto éstas se amortizan en cinco años.

Esto no lo puede hacer cualquier persona, lo tiene que hacer un contador, y si al final de la liquidación no tiene nada que abonar al fisco igual tiene que pagar el trabajo del profesional, porque de éste no se salva, y no es nada barato.
En estas liquidaciones entran los empleados, todos, aunque el salario de la mayoría se sabe no llega al mínimo requerido igual hay una planilla que los empleadores presentan; también entran los profesionales, cuentapropistas, el almacenero, el mecánico, etc.
Por un lado es cierto que el Estado se sostiene a través de impuestos, pero por otro sabemos de la corrupción imperante, y no es poca cosa en nuestro país ya que está entre los primeros del planeta. También se sabe que el Estado está superhabitado de funcionarios, desde la llegada de la democracia todos los gobiernos han contribuido con miles de parientes, amigos y correlí; y si antes de San Blas, o fecha feliz, había tantos empleados hoy las planillas y planilleros se habrán multiplicado por diez o por veinte, y creo que me quedo corto.

Recuerdo que en los debates previos al comicio de 2008 el candidato de Patria Querida explicaba claramente, y daba las cifras, que en el tema educación no eran problemas los recursos, sino el mal uso de los mismos, así también debe pasar en salud y en cualquier otro rubro: se malgasta y se roba el dinero público.

Por otro lado, si se quiere recaudar más sin crear nuevos impuestos es muy sencillo, un ejemplo: los arrendatarios deben entregar boletas o facturas legales, ya que es un negocio como cualquier otro, y debe ser estrictamente controlada la evasión en este rubro. Existen miles y miles de locales comerciales y viviendas en manos de muy poca personas a los que sin exagerar el tributo, ya que si no el perjudicado sería el locatario, se les debería controlar y exigir su aporte al fisco; así también las inmobiliarias y sus comisiones; velar porque los profesionales facturen correctamente, o sea controlar la evasión. Y no me extrañaría que la recaudación sólo en estos rubros sea varias veces millonaria en dólares.

Por último, creo que el IRP es llevar una carga más al ciudadano común que en vez de darle un beneficio lo va a perjudicar, no va a ser un aporte significativo al erario (porque es fácil de evadir y difícil de controlar); es también un impuesto que se sobrepone a otros; es crear burocracia al divino botón; es entorpecer la economía; sólo se favorece a contadores que una vez al año facturarán bien y a posibles gestores que tendrán un curro nuevo.

De acuerdo a un economista, en una Nación los impuestos que pagan sus habitantes no deben superar el 30 o 35% en promedio, si es menos mucho mejor; ya que si con esta carga impositiva de las 10 horas diarias que usted trabaja, 3 ó 3 y media horas son para el Estado. Un ejemplo, en la actual Argentina la carga se calcula que está llegando al 60 ó 70 por ciento, una barbaridad, con lo cual de cada 10 horas trabajadas entre 6 y 7 son para el Estado; de ahí se explica la recesión y pobreza que reina en ese país; pero como son 40 millones de habitantes, con que el 10 por ciento de la población facture bien la economía se mueve en cierto nivel, mientras que el otro 50 por ciento vive de prestado con la tarjeta pagando altísimos intereses y el 40 por ciento restante bajo la línea de pobreza. Como gusta decir a los economistas: la macroeconomía funciona, pero a costa de la microeconomía.

Más carga impositiva es igual a más pobreza, sobre todo en países corruptos como el nuestro, más atraso y más evasión; bueno quizás esto es lo que buscan los gobernantes socialistas del siglo XXI.

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Comments

  1. Mi pregunta es ¿en qué afecta a los pobres? ¿No es que solamente deben pagar el IRP los que tengan 14 millones de guaraníes mensuales de ingresos? ¿Qué «pobre» gana esa cifra?

  2. A J.J. Aranda, por un lado le agradezco que me compare con mi abuelo, honra que no creo merecer; que muy lejos está de haber sido un reaccionario, salvo que ud. entienda por reaccionario a los que defienden el suelo patrio, a los que buscan un poco más de justicia, a los héroes de guerra olvidados y vilipendiados por apatridas como nuestros legionarios, sus descendientes y ahora los trasnochados socialistas que lejos de producir cambios favorables buscan empeorar la situación cultural y económica de los ciudadanos imponiéndoles ideologías foráneas que ya han demostrado su estrepitoso fracaso y sentido criminal a lo largo del s. XX. Bien, pero le aclaro que si comparo a la Argentina la comparo como mal ejemplo, como lo que no hay que hacer, ya lo dicen los mandatarios vecinos en tono de broma, la receta es hacer lo contrario de lo que hace este país. El IRP no está hecho para los ruralistas, para los que ud. dice que no pagan impuestos que es falso, está hecho para todos los ciudadanos, y es una falacia, un argumento demagógico, decir que los que van a tributar son los ricos en beneficio de los pobres. Allá el inmobiliario se paga en una sola cuota, pero ud. alguna vez se tomó la molestia de ver cuál de los dos es mayor, yo sí, y en nuestro país se paga mucho más de inmobiliario al menos en la zona urbana, también la electricidad es la más cara de la región y me parece que ahora es el peor servicio, lo mismo la telefonía de línea normal. Pero por lo visto es ud. de los que creen que con sólo aumentar los impuestos, o crear nuevos, se van a obtener los recursos para los anunciados planes sociales y que este gobierno está combatiendo la corrupción, así que por más que le contradiga no creo que su tozudés le permita entender, porque desde el momento que tildó de reaccionario al coronel Franco poco se puede esperar de su entendimiento. Don Aranda, creo que si uno debe ser generoso lo debe ser con su propio bolsillo y no con el ajeno como acostumbran los autoproclamados progresistas, que no dudan en metérselo a través de un decreto o una ley; en este sentido los punguistas son más honestos.

  3. El articulo es bueno, es cieto el grado de corrupcion que existe en Paraguay, pero tambien es cierto el grado de evacion a que la ciudadania paraguaya esta acostumbrada, nuestro pais a diferencia de otros no tiene un cultura tributaria, le cuesta mucho asumir voluntariamente su carga impositiva, de todas forma antes de crear un nuevo impuesto se tendria que reestructurar los ya existentes y con la creacion de mejores herramientas de control fiscal y especialmente discriminar ciertos impuestos de acuerdo a las situaciones especificas, ya que imponer una mayor presion impositiva sobre ciertos sectores economicamente fragiles conllevaria a su estancamiento, por otro lado conviene liberar de impuestos a algunas actividades promoviendo su desarrollo para el crecimiento del sector.

  4. Este señor Franco, Rafael, como su abuelo, es un reaccionario que no conoce la realidad del Paraguay. Allí hay poseedores de miles y miles de hectáreas que cultivan soja que tienen apenas el 4% de retención y de cuya ganancia no tributan absolutamente nada. Mientras hay paraguayos que carentes de toda tecnología apenas sobreviven porque no están en condiciones de producir con los brasiguayos, que terminan comprando sus tierras por monedas al no poder comercializar sus escasas cosechas. En Paraguay se paga una sola vez el Inmobiliario y en la Argentina está dividida en SEIS CUOTAS. En Paraguay se paga una sola vez el Impuesto al Automotor y en la Argentina tiene SEIS CUOTAS. En la Argentina se paga Ingresos Brutos, Impuesto a la ganancia, IVA 21%, 4a. categoría, impuesto al cheque. En Paraguay los Despachantes de Aduanas tienen fastuosas residencias que ni siquiera pagan impuestos. Ministros que de la noche a la mañana son dueños de campos; otros que tienen 5 o 6 vehículos, que no pagan ni las chapas-patentes que se abonan una sola vez al año. Las declaraciones juradas son palabras que llevan el viento. HAY MUCHO QUE CAMBIAR PERO NO SE HA HECHO NADA. NO HABRÁ UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD, Y TENEMOS EL PELIGRO DE VOLVER AL PASADO.

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