Por Ing. Ramón Montanía Fernández (*)
La línea de 500 KV Itaipú – Villa Hayes es fundamental para el Paraguay no solamente porque se va evitar cortes en el suministro de energía eléctrica en el verano, sino que también facilitará en atendimiento de demandas industriales, o sea, podemos decir sin temor a equivocarnos que de esta obra dependerá el desarrollo del Paraguay.
El haber dejado la financiación de la construcción en manos de los brasileros fue un grave error, una irresponsabilidad, que en la medida que pasa el tiempo, si no se toma medidas rectificadoras urgentes, le va costar muy caro al país.
Debemos terminar con el espíritu mendicante e ingenuo y comenzar a encarar los grandes proyectos que son necesarios para aprovechar nuestros abundantes recursos energéticos, tanto de Itaipú como de Yacyretá.
Para el Brasil siempre estuvo en primer lugar su interés y después los inconvenientes de sus vecinos ¿se puede cuestionar esta actitud al país vecino? obviamente no, porque la prioridad para los gobernantes debe ser el bienestar de su gente.
La energía paraguaya de Itaipú es muy importante para el Brasil porque atiende el consumo energético de sus grandes industrias, y si ahora el Paraguay va a comenzar a aumentar el consumo de la energía que le corresponde en la hidroeléctrica binacional, el Brasil debe buscar la forma de reemplazarla, y esa medida requerirá de grandes inversiones y de considerable tiempo para la ejecución de obras de generación.
La financiación de la línea de 500 KV Itaipú Villa Hayes con fondos del FOCEM, hasta ahora no esta concretada, y por lo que se publica en los diarios sigue todavía en el papel y en los cajones de los burócratas Mercosurianos.
Los paraguayos nos volvimos incrédulos a la promesa del Brasil, porque ya son tantos los años que viene expoliándonos de nuestra mayor riqueza en Itaipú y, por ende, demostrándonos poca solidaridad para poder paliar las necesidades de nuestro pueblo.
En cuanto a la venida de Lula para la “palada inicial” de la obra de Villa Hayes sería inoportuna e innecesaria, porque así como están las cosas, aún no hay nada definido ni concretado para conmemorar, y podría ser un despropósito más a la ingenuidad del gobierno nacional.
El Paraguay debe seguir insistiendo, pero con mayor firmeza, en los genuinos y justos reclamos nacionales en Itaipú y no dejarlos de lado por promesas cuyos cumplimientos son complicados, y más aún cuando su concreción depende de la voluntad de políticos que se “mueven” a son de los vaivenes electoralistas, como esta ocurriendo actualmente en el Brasil.
(*) Ingeniero electricista, director de la revista especializada «Mundo de la Electricidad»
SEÑOR Ingeniero: para Ud. mis respetos. Por fin escucho una opinión bien objetiva y una apreciación exacta de la idiocincrasia de nuestra gente, como ser: la actitud mendicante,
la baja autoestima,el no tener confianza en nosotros mismos,el
permitir que nos roben lo que legalmente nos pertenece y el carac
ter de decir :¡Basta!!! y exigir que nuestros derechos sean respe
tados,y que las deudas se nos pague. Claro otravez Brasil,que
se ha enriquecido con nosotros: su primer consumidor,por que hemos renunciado a nuesra industria nacional,nuestra incapaci-
dad de combatir el contrabando y educar a nuestro pueblo sobrela consecuencia de no pagar impuesto. En fin ya no quiero mas enume-
rar problemas, mas bien me gustaria ser parte de la solución,
Su opinión como ingeniero electrico bien puede encender las lám-
ras de los ciudadanos dormidos y basta de complejos,¡nadie es
mejor que nosotros, y SI LO PODEMOS. Si alguna vez hemos sido ca-
paz de romper el cetro de la dominación española,por que no pode-
mos romper ahora la dominación de un pais que se ha hecho grande
a base de hipocrecias y mentiras y..po-caré. Seriamos muy tontos
si seguimos creyendo en sus promesas. BASTA EL DIJO Y SU CETRO
ROMPIO. Pongamos en práctica esta estrofa de nuestro himno Nacio-
NACIONAL…!!!!
el cetro de la dominación española
renunciamos a nuestra industria nacional
in geniero
Si a los brasucas no les gusta el Paraguay y su forma de ser, pues que se vayan a su país, ya nos están invadiendo silenciosamente. Felicitaciones por el artículo Ing. Ramón Montanía Fernández