En junio de este año, este sitio “www.paraguaymipais.com.ar” había alertado sobre la escalada de deudas que asumía nuestro país con organismos internacionales -con exceso y pateando al futuro su hipotética cancelación- sometiendo al Paraguay al peligro de convertirse en “paga Dios”, como cualquier otro país Sudamericano.
Con la colocación de bonos soberanos por US$ 1.000 millones realizados anteayer, la deuda externa asciende a 3.679 millones de dólares, sin intereses, lo que representa 37,3% más con relación al monto que se tenía anteriormente de 2.679 millones de dólares, según datos del BCP al 30 de abril 2014
Nuestro país ya tiene una experiencia histórica con el “destino” que el Estado paraguayo da a los préstamos que recibe de organismos internacionales.
A modo de referencia, recuérdese solamente dos casos: la tragada de los US$ 400 millones para construir el edificio del Congreso Nacional y del archifamoso préstamo que se consiguió para los empedrados chinos y se transformó en un «verdadero cuento chino». Si se suma a esto la clásica y ávida angurria patriótica que sobre esos fondos tienen los políticos de todos los colores que “nos gobiernan”, nuestro futuro económico no puede ser más trágico.
Lo más lindo es que los funcionarios “responsables” de la economía paraguaya se vanaglorian de su último logro, esto es, que la temeraria colocación de los bonos ofertados logró colocarse a una tasa de 6,10% pagaderos en un plazo de 30 años
Y para peor, nos mienten diciendo que los recursos obtenidos con esta colocación serán destinados a financiar obras de infraestructura y energía, refinanciar deuda y apoyar a determinados sectores de la economía.
Tal vez corresponda agregar «refinanciar la refinanciación»…y lograr una reconfortante «deuda eterna».
Dios salve a la reina…, perdón, a nuestro país…
