Paraguay no necesita de la usina del Aña Cua

Lic. Ramón Casco Carreras (*)

El problema con el que tropieza del mercado eléctrico paraguayo no es la escasez sino la abundancia, luego no necesita y no necesitará durante muchos años aún de otra usina, sea ésta nacional o binacional.

Aña Cuá está ubicado en el segundo brazo del río Paraná, a la altura de la Central Hidroeléctrica Yacyretá de la ciudad de Ayolas del departamento de Misiones, Paraguay (foto ayolas.com.py)

Desde la perspectiva estratégica, visto que el gobierno de turno de la República del Paraguay está inmerso en un proceso de negociación con su par argentino – al menos esa es la información que divulgan – de problemas que ha puesto en duda la racionalidad del proyecto, la construcción de otra central de generación no es su prioridad, categóricamente.

Repasemos algunos datos, en el banco energético nacional y binacional, valga la comparación con el sistema financiero,la Administración Nacionalde Electricidad (ANDE) cuenta todos los años con más de 55.000 GWh. En contrapartida, su consumo apenas ronda las 10.000 GWh. La aritmética más elemental nos demuestra que el superávit energético del país ronda los 45.000 GWh.

No obstante, limitarse a observar la cantidad de energía con la cuenta el país no nos permitirá elaborar un diagnóstico correcto sobre la situación de nuestro mercado. El siguiente paso entonces es, abusando de la comparación financiera, examinar cuántos cajeros hay en el territorio nacional e incluso bancos e intermediarias en general, para que podamos inyectar esa energía a la aún endeble anatomía del aparato productivo nacional.

 Si por cajeros e intermediarias entendemos líneas de transmisión, sistemas de transformación, redes de distribución, etc., el diagnóstico no sería muy complicado y recomendar la terapia adecuada tampoco: el país sufre de deficiencia aguda de líneas de transmisión y redes de distribución, razón por la cual no está en condiciones de aprovechar los ricos depósitos de energía con que cuenta e incluso, por la misma razón, no puede atender sus necesidades actuales.

La receta es sencilla: construya, al menos, un par de electroductos de 500 mil voltios, no solo desde Itaipú hacia las áreas de mayor consumo de la República, sino también desde Yacyretá. Refuerce y amplíe las redes de distribución y, lo más importante, la aplicación de esta terapia ya no admite pérdidas de tiempo, porque detrás de nuevo titubeo se agazapa el colapso.

Está demostrado entonces que una nueva usina no forma parte de las prioridades del sistema eléctrico nacional, concluyamos entonces que la decisión tomada recientemente por los presidentes de Paraguay y Argentina – decisión se cristalizó en el llamado a licitación pública binacional N° 485 de preselección de las asociaciones temporales de empresas que pretenden competir por el contrato de ejecución de la obra civil y partes electromecánicas de la pretendida central del Aña Cua, brazo paraguayo del río Paraná, responde exclusivamente al interés, mejor a las urgencias argentinas en la construcción de nuevas usinas.

Al llegar a este punto, otra conclusión cae por su peso, el actual gobierno, como a principios de este año, ocasión en que elevaron la cota del embalse de Yacyretá a83 metros, sin terminar las obras de mitigación de su impacto, no solo en el ecosistema regional, sino también en los pobladores, principalmente de ciudades y pueblos paraguayos, inexplicablemente infravalora e incluso entrega un  elemento de presión que puede utilizar, por ejemplo, apenas se replantee el arreglo de la injusta deuda de la entidad binacional, corrompida en gran parte por los costos del atraso, incluso muchas veces inducido, la corrupción y la hegemonía argentina en la administración de la binacional, incluso de 1974.

Creemos que aún nos queda tiempo para rectificar rumbos y evitar nuevas entregas de la soberanía nacional a cambio de exiguos y perecederos privilegios para las autoridades de turno, tanto del Estado como de la entidad binacional. La presencia activa del pueblo paraguayo en las discusiones, así como del Poder Legislativo tendrá decisiva importancia en este nuevo escenario de lucha por los derechos paraguayos.

(*) Analista de Mundo de la Electricidad, revista especializada del sector eléctrico nacional, 16 años sirviendo al Paraguay.

 

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