Migraciones, nuevas exigencias para extranjeros desde el 6 de marzo: “delincuentes no necesitamos”.

 

Por Andrés Demestri Marchi / andresdemestri@gmail.com

El gobierno argentino,  buscando “cerrar las puertas al crimen organizado y a delincuentes de cualquier país del mundo”, ha establecido nuevas exigencias para el ingreso y la radicación de extranjeros.

También reconoce que “la Argentina se hizo grande a partir de la inmigración”. En este caso yo diría que puede seguir creciendo gracias a la inmigración; como ha acontecido con toda América, desde Canadá hasta Ushuaia

Antes se hablaba solamente de españoles e italianos. Luego empezaron a llegar de países limítrofes como Paraguay y Bolivia que realizan trabajos que los argentinos no desean hacer, por ejemplo en la construcción, ¡cómo se construirían edificios sin la ayuda de estos extranjeros!. Esta es una constante que se da en todas partes: italianos emigrando a Suiza, españoles a Francia; turcos a Alemania, etc. etc.

Los extranjeros llegan con muchas ganas de trabajar y progresar y esto trae aparejado el progreso general.  Un claro ejemplo son los venezolanos que rápidamente consiguen trabajo, mientras que los piqueteros y planeros locales pasan años viviendo de la ayuda social.

De estos extranjeros hay que excluir definitivamente a los delincuentes, a los que no hay que darles la radicación y si ya están adentro hay que expulsarlos.

Una medida de sentido común que todos los países deberían adoptar; con leyes que permitan su rápida salida.

“Delincuentes no necesitamos”. Este debería ser el lema

Las nuevas medidas serán más exigentes en el control de fronteras y aeropuertos, y no permitirá la entrada a los que tengan antecedentes penales; además se les exigirá para la radicación un certificado de antecedentes de los últimos diez años. Esto último no será fácil ya que cada país emite los certificados que tienen programados, que podrían ser de menos años.

Los nuevos requisitos empezaran a regir desde el 6 de marzo, dentro de unos días.  Ahora, ¿qué pasa con el que ya tiene su certificado de antecedentes que no cumple el requisito de 10 años, ¿tendrá que volver a gestionarlo?. Estos documentos no son baratos, deberían tenerlo en cuenta las autoridades

Parece que lo más correcto es que los países se intercambien la información de personas con antecedentes de forma que sea Migraciones la que diga al interesado que no puede radicarse y que tiene que volver a su país.

Otro requisito que aparece como “nuevo” es el certificado de salud. Últimamente no se pedía pero, anteriormente, durante muchos años se pidió. Servía fundamentalmente para que las personas supieran sus enfermedades y las trataran a tiempo, pero no se usaba para rechazar radicaciones por enfermedades.

Lo que también se tiene que tener siempre en cuenta es el Tratado del Mercosur, de forma que los ciudadanos de los países que lo integran tengan siempre algún tipo de consideración especial.

También se habla de modificar el importe de las Tasas para Radicación y ajustarlas de acuerdo a lo que cobran en cada uno de los países de donde proviene el extranjero. Por una parte se lo ve como justo, pero no va a ser nada simpático decirle a un boliviano “te cobro el doble de lo que paga un paraguayo”; recordar que existe un principio de igualdad ante la Ley.

Otros de los requisitos es un certificado de trabajo del país de origen, en otros tiempos se pedía un compromiso de trabajo de la Argentina, de forma que el inmigrante llegue con un trabajo asegurado; nunca se pidió certificado de trabajo de su país de origen

Lo importante es que todas estas nuevas medidas no suenen a xenofobia (rechazo u odio al extranjero), que al provenir desde el gobierno es posible que muchos lo repliquen como si los extranjeros molestaran o perjudicaran a la economía. Muchos dicen que los extranjeros les quitan trabajo a los argentinos, esto es absolutamente falso. Los extranjeros gastan la misma plata que ganaron en la Argentina, dando trabajo en la misma medida. Si no estuvieran los extranjeros la economía seria más chica. Las potencias se miden por su población, y si miramos la superficie de la Argentina, se ve que es, realmente, un país despoblado

No olvidemos a otras colectividades como la de los alemanes, japoneses, peruanos y ahora chinos y venezolanos, todos trabajadores, que aunque muchos llegan por razones políticas luego terminan quedándose y forman familia.

En unos días veremos como se implementan las nuevas exigencias y reitero “delincuentes no necesitamos”.

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