Los migrantes paraguayos y la lengua guaraní (Parte 2 y última)

 

 

Miguel Ángel Verón (m_angelveron@hotmail.com.py).(*)

La lengua guaraní es la lengua propia del Paraguay, es la lengua que identifica y distingue al Paraguay de las demás naciones. Pese a ello, ha sido negada por el Estado por largas décadas y siglos

Los paraguayos emigrados a San Pablo hablan guaraní y portugués. Los jóvenes paraguayos que por necesidad económica migran a San Pablo para trabajar mantienen la lengua guaraní e ineluctablemente deben aprender y comunicarse en la lengua local: el portugués. Los mismos son braceros, obreros dependientes de la cadena productiva y de explotación local, por ello deben vivir en las culturas y las lenguas locales. Las mismas condiciones de exigencia no encuentran los brasileros que vienen a Paraguay a expulsar a los campesinos e indígenas de sus tierras para la plantación de soja.

Los mismos, a pesar de que vienen a vivir en tierras extranjeras, imponen su lengua como también sus culturas, debido a la endeble posición del Estado paraguayo para defender la soberanía patria. El lunes 9 de junio del corriente año (2014), bien temprano, nos acercamos con mis compañeros de trabajo a una gasolinera de la ciudad de La Paloma, departamento de Canindeyú. Con mucha gentileza nos atendió un joven de 24 años que hablaba un fluido guaraní. Le pregunté si hablaba portugués además del guaraní, y me respondió afirmativamente; le interrogué, también, si hablaba español, pregunta a la cual me respondió negativamente: “Yma añe’ẽ, ko’ágã ndaikatuvéi añe’ẽ, ojehe’apa chehegui portugués ndive” (Ante lo hablaba, ahora ya no, se me mezcla con el portugués).

En su propia tierra este joven, como aquellos que emigran a la capital paulista, es presionado a aprender y comunicarse en la lengua lusitana, hasta tal punto de olvidar el castellano, lengua oficial de su país y segunda lengua suya. Los colonos brasileros avasallan la confianza y la apertura que les dimos los paraguayos, y antes de aprender y ajustarse a las culturas y lenguas propias de nuestro pueblo, imponen con soberbia su lengua y sus modos de ser y estar en el mundo; el portugués se impone como el monocultivo de soja que carcome el campo paraguayo. Los paraguayos que emigran al hermano país de Brasil no cuentan con los mismos medios de producción, sino son braceros, razón por la cual deben aprender la lengua del país que los acogió, como es natural.

De los datos que pude rescatar de los jóvenes con quienes viajé a San Pablo en el 2011, los paraguayos que trabajan en esa ciudad hablan muy poco el castellano; la lengua de la comunicación entre ellos es el guaraní, y el portugués la segunda lengua, idioma que les permite interactuar con la sociedad local.

Lengua que trasmiten los emigrantes paraguayos a sus hijos – Un fenómeno sociolingüístico que nos preocupa y ocupa a las personas que promovemos la normalización del uso de la lengua guaraní es el peligro del corte generacional en la transmisión de esta lengua.

El guaraní ha llegado a este siglo gracias al hogar, a la familia y a pesar del Estado y la escuela. La transmisión de los padres a los hijos es la mayor garantía de la vitalidad presente y futura de una lengua.

En este momento en Paraguay la mayoría de los papás y mamás bilingües guaraní-castellano (60% de la población) no les pasa el guaraní a sus hijos, sino solamente el castellano, privándoles de esa manera a sus hijos de la posibilidad de aprender y conocer las dos lenguas oficiales de su país desde la cuna.

Este mismo fenómeno producido por las fuerzas sociolingüísticas imperantes en el país, se presenta –por lo que he podido indagar- entre los paraguayos y las paraguayas que viven en el exterior. Los mismos siguen hablando el guaraní, pero no lo transmiten a sus hijos.

Hace unos años la encontré a una compueblana, amiga de la infancia que vivió y respiró solamente en guaraní hasta que migró a Buenos Aires. Con ella se encontraba su hija de unos cinco años. En medio de la conversación le pregunté si su hija hablaba guaraní: “Para qué, en qué le va ayudar el guaraní allá en Buenos Aires”, fue su inmediata respuesta.

Traté de persuadirle que era importante que su hija hablara la lengua de la madre; que era importante que su hija sepa comunicarse en la única lengua que hablan y entienden los abuelos, dado que tendría muchos problemas de comunicación las veces que viene a Paraguay para verlos, pero mis argumentos fueron estériles para convencer a esta amiga.

Actitudes de subvaloración o rechazo de la lengua propia del Paraguay como las de esta compatriota pululan entre los paraguayos dentro y fuera del país. Pero por suerte desde el Estado y la sociedad se están desarrollando políticas y acciones que apuntan a la superación de este tipo de posiciones alienadas y alienantes.

La Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL) está encarando proyectos para revertir este tipo de actitudes, desarrollando planes y proyectos para elevar el estatus de la lengua guaraní, y de esa manera acrecentar el orgullo y la lealtad de sus hablantes hacia la misma. Gratamente me ha sorprendido que los paraguayos residentes en el exterior estén ocupándose en este momento de que sus hijos no pierdan el guaraní, y desarrollando cursos para ellos. Este tipo de decisiones nos dan la certeza de que con las nuevas políticas lingüísticas desarrolladas en Paraguay estará asegurada la vitalidad futura de la lengua mayoritaria del Paraguay.

La Secretaría de Políticas Lingüísticas, convenio de cooperación mediante, está trabajando con la Secretaría de Desarrollo para Repatriados y Refugiados para promover la transmisión intergeneracional y la enseñanza de la lengua guaraní entre los paraguayos de la diáspora. A través de una campaña de donaciones, la SPL juntó setecientos diez (710) textos y diez (10) unidades de materiales audiovisuales  en guaraní; dichos textos han sido distribuidos por la Secretaría de Repatriados en varias ciudades de países como Argentina, Ecuador, España, Austria.

Solamente en Buenos Aires (x) se están desarrollando en distintos lugares ocho cursos de lengua guaraní para hijos e hijas de paraguayos; los mismos están utilizando los textos recogidos por la SPL y distribuidos por la Secretaría de Repatriados.

La Secretaría de Políticas Lingüísticas, en forma conjunta con la Secretaría Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación (SENATICs), está desarrollando un proyecto sumamente auspicioso y de gran envergadura: la elaboración de un curso multimedial de lengua guaraní, con los mismos estándares de calidad que los cursos de este tipo con que se cuenta en las lenguas internacionales.

Con este proyecto (x) habremos tenido como país una herramienta de suma utilidad para la enseñanza y aprendizaje de la lengua guaraní de manera interactiva, amena y de fácil acceso, dentro y fuera del país.

(*) miembro de número del Guarani Ñe’ẽ Rerekuapavẽ (Academia de la Lengua Guaraní), profesor de la Universidad Nacional de Asunción, Director del Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní, regional San Lorenzo, y Director General de la Fundación Yvy Marãe’ỹ. Es guaraní hablante, conocido militante a favor de la revalorización y la normalización de su lengua materna. Tiene en su haber decenas conferencias en nuestro país y naciones americanas y una multitud de obras escritas.  Nació el 28 de abril de 1968

portalguarani.com.py

(x) esta iniciativa, lamentablemente, «opareí», quedó en la nada.

 

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