La inmigración paraguaya en la Argentina (Parte 1)

El 7 de mayo, en este sitio habíamos anticipado que a partir  de este mes pondríamos en conocimiento del público un estudio referido a la inmigración paraguaya en Argentina, dado que la segunda Fundación de Buenos Aires fue realizada por paraguayos el 11 de junio de 1580

Foto Luis Romero

El mismo fue escrito por Maximino Verza, investigador paraguayo, oriundo de Benjamín Aceval, Departamento de Villa Hayes, quien reside en Bs. As. desde hace décadas.

Para su mejor comprensión y más fácil lectura, dividimos el estudio en tres partes a ser  publicadas durante tres viernes consecutivos: hoy 25 de mayo y los dos restantes el 1° y el 8 de junio, tres días antes del 438° aniversario de la 2da. Fundación de Bs. as.

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Fundación del Puerto de Buenos Aires (*)

Con el objetivo de prevenir las posibles invasiones de los portugueses, que surcaban con sus navíos el sur de las nuevas tierras y evitar que los barcos Ingleses y Holandeses crucen el estrecho de Magallanes hacía el pacifico sur, la Corona Española, autoriza  a don Pedro de Mendoza, mediante una capitulación firmada en 1534  a organizar a su  costas la expedición al estuario del  Río de La Plata, con el compromiso de fundar tres fuertes, nombrándole Adelantado, Gobernador y Capitán General por dos vidas, es decir tenía derecho a designar a su sucesor. También ocuparía el cargo de Alcalde perpetuo y Alguacil Mayor en la fortaleza en donde viviera

En 1535 Mendoza se embarca hacia el sur, acompañado por soldados, clérigos y con algunas mujeres, que se constituirían en las primeras que pisan el sur de la nueva tierra. Además, trajo aproximadamente, 80 caballos y algunos porcinos y víveres para un año.

El 2 de febrero de 1536, funda el puerto de La  Santa  María del Buen Aire.

Entre los mil ochocientos (1) expedicionarios que acompañaron a P. de Mendoza, que tuvieron posterior relevancia en la tierra conquistada figuran Juan de Ayolas, Domingo Martínez de Irala, Diego de Mendoza, Juan de Salazar y Espinoza, fundador de Asunción, Pedro Blas Testanova, primer medico que tuvo el río de La  Plata

Hay versiones que afirman que el lugar elegido fue la actual Vuelta de Rocha entre las calles Carlos Calvo y Estados Unidos y otras, que dicen, que fue en la loma de la actual Parque Lezama. En este parque, se levanta actualmente, la estatua de don Pedro de Mendoza.

Según  Jorge Luís Borges, el lugar de la fundación fue en el barrio de Palermo, justo en la manzana en que vivió. En su poema “Fundación Mítica de Buenos Aires”, dice:

“… Prendieron unos ranchos trémulos en la costa,

durmieron extrañados, dicen que en el Riachuelo,

pero son embelecos fraguados en la  Boca,

fue en manzana entera y en mi barrio: en Palermo

Una manzana entera pero en mitad del campo,

presenciada de auroras y lluvias y sudestadas.

La manzana pareja que persiste en mi barrio:

Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga…”

Seguramente, Borges, lo tomó como un deseo poético y nada más, pues no hay testimonios o documentación, que así lo atestigüe.

(*) La ciudad de Buenos Aires, como tal, nunca tuvo  fundación. La versión de la segunda fundación es la historia oficial.  En verdad, en 1536, don Pedro de Mendoza, funda solamente el Puerto de La Santa María del Buen Aire y no, la ciudad. En cambio, el 11 de junio de 1580, Juan de Garay, funda la ciudad De La Santísima Trinidad. Si nos atenemos a los papeles, Buenos Aires, como ciudad, nunca  fue fundada

Los españoles pronto sufrieron graves penurias por la inhospitalidad del terreno llano, sin bosques, ni cultivo, agravado por los continuos ataques de los nativos: Estos, eran nómades, cazadores, recolectores y pescadores, grandes nadadores. Se  había creído que los nativos que encontraron los españoles eran  grupos de una tribu de  guaraníes. También  que pudieran ser los guaycurú o  grupos de Charrúas. En la actualidad la corriente más aceptada, es que fueron Los Querandíes. Desgraciadamente, por la poca información al respecto, sigue la duda  Al ser esclavizados constituían una carga para los españoles, pues, no conocían las labores de la tierra. Estos factores, más la incapacidad de los soldados españoles, que estaban preparados para el combate, pero no así, para labrar la tierra, llevaron a la población a una hambruna insostenible, que según Ulrico Schmidl (2), soldado de origen alemán, miembro de la expedición, se llegó a consumar el canibalismo entre la población. Hipólito Sánchez Quell, en su libro  “Estructura y Función del Paraguay Colonial”, muestra con elocuencia lo dicho por el soldado Bávaro: “No nos quedaban ni ratas ni ratones ni culebras ni sabandija alguna que nos remediara en nuestra gran necesidad e inaudita miseria. Llegamos a comernos los zapatos y cueros todos. Algunos comieron las piernas de unos compañeros que habían sido ajusticiados en la horca”.

Don Pedro de Mendoza, antes de partir de regreso a España -que no pudo cumplir su deseo, muere en alta mar-, nombra como sucesor a Juan de Ayolas. Este, nunca se entero del nombramiento, pues,  se encontraba navegando el norte del Paraná y   funda el primer fuerte en territorio paraguayo con  el nombre de Nuestra Señora de La  Candelaria, el 2 de febrero de 1537.  Ayolas, nombra a Domingo Martínez de Irala su lugarteniente y lo deja al mando del fuerte recién fundado, mientras él prosigue  camino en busca de la tierra del oro. En el trayecto, él y todos sus acompañantes fueron muertos por los nativos.

Procedente de España y portador de una Real Orden, llega en el puerto de Buenos Aires, a fines de 1538 el veedor don Alonso de Cabrera. .Dicha Orden, “autorizaba a los conquistadores elegir gobernador siempre que hubiera fallecido el designado por el Adelantado don Pedro de Mendoza. En consonancia con esta disposición, Cabrera marchó a la  Asunción donde, al enterarse de la muerte de Ayolas, lugarteniente de Mendoza, nombró a Domingo Martínez de Irala, Gobernador del Río de la  Plata (3)

En el ínterin, Asunción, se convierte en la sede del  vasto territorio que comprendía La Gobernación del Paraguay o El Gigante de India o Del Río de La Plata.

Irala, decreta la despoblación del puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre, a pesar de la oposición de los pocos pobladores. A fines de junio de 1541 se cumple el decreto, trasladándose todos  al fuerte de Asunción. Se largaron tres yeguas y dos caballos y algunos porcinos, que dan origen a  la ganadería argentina.

Posteriormente hubo intentos de repoblar el fuerte abandonado. En 1544 Alvar Núñez Cabeza de Vaca, segundo Adelantado; y Felipe de Cáceres en los años 1570 y 1572, intentaron establecerse, no logrando el objetivo.

El nombre de Santa María del Buen Aire

Según Ruy Díaz de Guzmán en su obra “La  Argentina”, Sancho del Campo, expedicionario que acompañó a Don Pedro de Mendoza, al aspirar profundamente el aire del puerto resaltó la pureza, la frescura, el temple y la calidad de la atmósfera diciendo, “ Qué buenos aires son los de este suelo”. Al principio y por más de tres siglos y medio se creía que el nombre que Don Pedro de Mendoza pusiera al puerto era a consecuencia de aquella frase que había pronunciado aquel tripulante. Oficialmente, se acepta la teoría de Eduardo Madero, quien después de un profundo estudio realizado al respecto, llega en 1892  a la conclusión de que el nombre del puerto obedece a que los sevillanos y en especial, los navegantes, tienen una profunda devoción por “Nuestra señora de los Buenos Aires”.

En cuanto a la decisión del Adelantado a elegir ese nombre, Eduardo Madero, sostiene que fue por las influencias de los padres mercedarios que pertenecían al convento de Sevilla, Fraile Juan de Zalazar y fraile Juan Almocian, integrantes de la expedición y de gran  ascendencias espiritual sobre los jefes de la expedición.

Referencias:

(1). Los historiadores no se ponen de acuerdo en la cantidad de expedicionarios   que acompañaron a Pedro de Mendoza.  U. Schmidel, dice: “que fueron dos mil quinientos españoles y ciento cincuenta  entre alemanes, holandeses y sajones, venidos en  catorce naves”, Ruy Díaz de Guzmán afirma que son dos mil doscientos.

(2) Fue el actor de la primera crónica impresa sobre el Río de la Plata. El libro. Se publicó en Francfort, en 1567, escrito en alemán.

(3) Manual informativo de la Ciudad de Bs. As. Instituto Histórico de la   Ciudad de Bs. As. Colección IV Centenario, pág. 48 y 49

Continuará el viernes 1 de junio – Parte 2: “Fundación de la Ciudad de la Santísima Trinidad»

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