La vida de José Gaspar Rodríguez de Francia tiene tantos matices enriquecedores que, con motivo del aniversario de su partida a la eternidad -20 septiembre 1840- estuvimos tentados de referirnos a las obras su gobierno en lo relacionado a su política social y más aún a la economía paraguaya durante su dictadura, cuyos rasgos fundamentales siguen vigentes y que tal vez podrían aplicarse en algunos países sudamericanos, si en los mismos existieran patriotas con suficiente coraje. Por supuesto, con herramientas actualizadas.
Pero, al final hemos optado por exponer un aspecto casi desconocido que constituye la base su gestión: la postura filosófica adoptada por el Dictador.
Para ello recurrimos como fuente principal a la historiadora paraguaya Noelia Quintana Villasboa (1)
“Pese a la abundante bibliografía sobre el Dictador Francia, existen diversos campos que no fueron abordados, por lo que se propone en este artículo para abrir nuevas pistas de investigación acerca de una laguna indescifrable Se trata de incluir la cuestión de la influencia doctrinaria que habría pesado en su pensamiento para la formulación de su política de gobierno.
Hay en Francia, diversos casos de política pública de aparente contradicción, pero que obedecen a una lógica que va más allá de la simple improvisación, mal talante o del soplo del viento norte que exasperaba su carácter solitario.
Es probable que cada medida obedeciera a la aplicación de una teoría al que se aferró en muchos actos de su vida pública, religiosa y privada, la pertenencia a un movimiento filosófico extendido de la época, la Ilustración. El Dr. Francia tuvo el perfil de todo hombre que pertenecía a la Ilustración y esa percepción de su personalidad está demostrada por su afición a las teorías de Constantin Francois Chassebouef, Conde de Volney expresadas en su obra “Las ruinas de Palmira” El texto – original en francés – que poseía el doctor Francia en su biblioteca. Como se sabe el Conde de Volney respiraba la Ilustración por todos sus poros.
La adopción de la filosofía de la Ilustración consistía en incorporar como guía principal de vida, el principio de la Razón para todos los actos de la experiencia diaria y la gestión pública, incluyendo la cuestión religiosa. El lema de la ilustración fue seguir a la conciencia. Era propia de la actitud ilustrada asumir la crítica a toda creencia o conocimiento de la tradición. En ese sentido seguir la costumbre heredada significaba, una actitud obsoleta.
Gaspar Rodríguez de Francia fue un genuino representante de la Ilustración y sus actos exhiben una permanente innovación en la cultura. Su acrisolada actitud de funcionario honesto por ejemplo difería de los desmanes y aprovechamiento patrimonial que tuvieron los funcionarios del régimen español
Su inclusión en el calendario positivista de Augusto Comte, al igual que Bolívar, demuestra que su filosofía protopositivista no había pasado desapercibida para el más importante movimiento intelectual de Occidente del Siglo XIX.
Si bien ambos Bolívar y Francia fueron los únicos latinoamericanos incluidos en el famoso calendario, Francia fue superior a Bolívar. La razón sería que el tiempo que estuvo Francia como cabeza de Estado le otorgó la oportunidad de no haber sido únicamente el “revolucionario” en armas sino un revolucionario radical, un estadista apropiado para cambiar las estructuras mismas de la sociedad heredada. El prolongado tiempo que gobernó Francia hizo que fuera superior en obras y acciones a la efímera dictadura de Bolívar de apenas dos años.
Además el Dictador Francia fue un genuino republicano, mientras que Bolívar aconsejaba la presidencia vitalicia en Bolivia, siguiendo el ejemplo de Haití, medida que constituía la negación del principio republicano y democrático.” “Yo he tomado para Bolivia el Ejecutivo de la República más democrática del mundo” dijo Bolívar al referirse al vitaliciado de Haití (refiriéndose a Petion de Haití:“Prueba triunfante de que un Presidente vitalicio, con derecho para elegir el sucesor, es la inspiración más sublime en el orden republicano”) En la actualidad siguiendo el ejemplo histórico muchos líderes latinoamericanos visualizan el cambio constitucional para reimplantar el vitaliciado, basado en que “ el pueblo lo quiere”.
Es probable que toda la diversidad de situaciones internas o de índole externa que se planteaba a la naciente república, fueron demostrando al gobernante doctor Francia, la necesidad de aferrarse a una teoría que le permitiera reflexionar bajo un orden filosófico que vinculara soluciones justas y razonables a cada caso concreto. En ese tiempo el gobernante no contaba con un ejército de técnico, asesores o consejeros que pudieran coadyuvar la labor de Gobierno. Una soledad asistencial reinaba en la vida nacional. Es impensable que el Dictador no tuviera una doctrina madre que dirigiera los actos de su vida como hombre público y hasta en su vida privada y esa fue el Iluminismo.
Es obvio que el doctor Francia regresó de Córdoba con un bagaje intelectual formidable que aplicó en nuestro país durante su gobierno.
(1) Ver nota completa http://noeliaquintana.blogspot.com “El Dictador Francia y sus influencias: Rousseau y el Conde de Volney”
