Me abstengo de brindar, y no por masoquista

Por Jorge Villalba Digalo * .

El periodista Luis Bareiro bajo el titulo “Masoquistas abstenerse”, el pasado 26 de diciembre, invitaba a brindar por el crecimiento económico. Del 14,5 % en el ejercicio que acaba de fenecer.

Al respecto, en un párrafo decía: “No se crece 14,5 por ciento por inercia o por accidente. Aquí hubo inversión privada, hubo inventiva, hubo inteligencia, hubo emprendedores, hubo aciertos y hubo errores. Cientos, miles de errores. Errores necesarios, errores aleccionadores, errores patrióticos”. En este sentido, creo que falta agregar que también hubo lo siguiente: –

-Créditos subsidiados en la época de los famosos redescuentos del Banco Nacional de Fomento.

– Dólares preferenciales en la época de los tipos de cambio fijo.

– Tratamiento arancelario preferencial para la importación de maquinarias e insumos.

– Impuesto a la renta diferenciado, ya que los productores medianos solamente tributan 2,5 % de impuesto a la renta.

– Tratamiento preferencial para la inscripción de las maquinarias en el registro automotor.

– Gasoil subsidiado a los sojeros, por más de 120 millones de dólares en los últimos años.

– Un decreto inconstitucional de Nicanor Duarte que permitió al a los grandes productores agropecuarios descontar sus créditos IVA de sus compromiso de pago de la renta agropecuaria, lo que significó un agujero de 1 billón de guaraníes al fisco.

– Y una estructura tributaria injusta, falta de controles y un alto grado de evasión del sector agropecuario que hace que solamente participe del 4% de los ingresos tributarios, cuando participa del 27% del PIB.

Como si todo fuese poco además la sociedad paraguaya también tuvo que pagar otros costos:

– La expansión de la soja aumentó la miseria en el campo, ya que la misma se hizo expandiéndose sobre tierras destinadas a cultivos de subsistencia, aumentando los precios de los productos alimenticios.

En el 2009 nos ufanamos de una cosecha record de alimentos, sin embargo, la miseria creció en el campo y llegó a afectar al 50% de la población rural.
Lo publicó Ultima Hora en tapa.

– Un alto costo de contaminación del aire, la tierra, los causes hidrícos y hasta de las poblaciones vecinas de los sojales.

– Una intensa depredación de los bosques, a tal punto que hoy en la región Oriental hay más sojas que bosques.

Se cultivan alrededor de 2,600,000 hectáreas de soja y existen apenas 1,300,000 hectáreas de bosques.

Lo que ha dado lugar al resurgimiento incluso de enfermedades que se habían considerado superadas.

En fin, la verdad es que en esta historia de nuestro crecimiento económico ha habido de todo, menos errores patrióticos.

Es cierto que este crecimiento del 14% aumenta las chances de mejorar las condiciones de vida de la población.

Lo que no menciona Bareiro es que esta chance la tenemos hace rato.

No hay que olvidar que desde el 2003 a esta parte el crecimiento de la economía se triplicó, pero la pobreza sigue intacta.

Ya no queremos seguir solamente con la chance, queremos hechos.

No queremos un gol, queremos ganar el partido.

En ese sentido, el combate a la pobreza pasa necesariamente por la redistribución de la renta.

Pasa por un estado socialmente responsable, que grave más la actividad agropecuaria, para destinar esos recursos a paliar el hambre y a las inversiones en infraestructura el sector social.

Es hora de corregir la relación estado-sojeros.

Los empresarios de la soja son los que más ganan, los que menos tributos pagan, los que más evaden y los que más deterioran el medio ambiente.

Los sojeros, junto a los ganaderos, estoy seguro, son mayoritariamente quienes levantan felices sus copas para brindar con Bareiro.

En una cosa si tiene razón el colega periodista, el logro del crecimiento del 14,5% es un sacrificio de todos los paraguayos, como quedó demostrado más arriba, lo malo es que esa riqueza va a parar a las manos de unos pocos.

Así que con sobradas razones, por esta vez, prefiero abstenerme de brindar con Bareiro.

 *neike.com.py

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