Hoy, 20 de junio, se presentó el material audiovisual “Los guaraníes inventaron el fútbol”, en el Instituto de Formación Docente de San Ignacio Guazú (Misiones, Py), en coincidencia con la realización del Mundial de Fútbol Brasil 2014.
El registro trata sobre el origen del balompié en San Ignacio Guazú, en las reducciones jesuíticas
Según la investigación, desde 1639 está documentado que existe entre los guaraníes un juego de pelota con el pie, que los nativos llamaban «mangá ñembosarái». Las informaciones del documental provienen de la comunidad, además de entrevistas al padre Bartomeu Melià SJ, antropólogo y lingüista de extenso trabajo en el país; y los sacerdotes Antonio Betancor y Alberto Luna, así como historiadores y personalidades del ambiente futbolístico.
Este material fue realizado conjuntamente con la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), la Municipalidad local, en el marco del programa Ciudadela Cultural San Ignacio Guazú. Participaron en la presentación, la ministra de Cultura, Mabel Causarano, y la intendenta Adelma Salas, entre otros. (ultimahora.com)
Un poco de historia: El diario oficial del Vaticano L´Osservatore Romano en un artículo publicado el 11 de junio de 2010, había publicado una nota titulada «Los guaraníes inventaron el fútbol», que firma Gianpaolo Romanato: “Los guaraníes jugaban con una pelota de goma ligera y elástica, tirándosela el uno al otro con los pies y no con las manos. Jugaban exactamente al fútbol. Como nosotros. Pero ¿quién se divertía de este modo? Los indios guaraníes en las Reducciones jesuitas de Paraguay, que florecieron desde principios del siglo XVII hasta mediados del siglo XVIII. Y ¿quién nos lo relata con tanta precisión? Un padre jesuita que pasó varios años de su vida en la Reducción de San Ignacio, una de las treinta Reducciones esparcidas por el Paraguay colonial, al sur de la ciudad de Asunción. Un religioso que conocía el mundo guaraní mejor que España, donde había nacido, y que podía hablar de él con certeza absoluta.
Se trata de José Manuel Peramás, un catalán nacido en 1732, que estudió en el gran colegio de los jesuitas de Córdoba —hoy las ruinas del complejo han sido declaradas por la Unesco patrimonio de la humanidad— y, después de algunos años de servicio en las misiones entre los guaraníes, se vio afectado, junto con todos sus hermanos, por el decreto de expulsión que lo obligó a dejar para siempre el mundo indio de las colonias españolas de América.
En resumen, los guaraníes de hace tres siglos ya jugaban al balón con maestría
(Fuente: www.osservatoreromano.va)
