Hakú la yvy cachique kuera peguarã. El horno no está para bollos para el legendario Guaraní.
Un tropezón que más parece caída definitiva, fue el que tuvo el equipo aurinegro el martes pasado frente a un River que, ‘aparentemente’, fue superior a su contrincante por los octavos de la Copa Libertadores.
Guaraní tuvo que tragarse dos sapos –dos mazazos- y ahora tiene sobre su cabeza la espada de Damocles que puede eliminarlo del torneo continental .O sea que nuestro pronóstico sobre la inevitable derrota de River en el Defensores del Chaco fue puro oropel.
Parece que los calores de las discusiones mediáticas ocurridas en torno a la banda roja, potenciaron el rendimiento del equipo porteño y atemorizaron a los negro-amarelos que esta vez no estuvieron a la altura de las expectativas que generaron y dejó profundamente decepcionada a la aguerrida hinchada.
Ahora solo resta esperar que el 8 de agosto ocurra un “mil-agro”, mejor dicho un millo-agro “monumental” en el Monumental de Baires city que revierta el bochornoso resultado asunceno.
Caso contrario, amóntema lo mitã
