A propósito de Rusia 2018

 

Maximino Verza

El poder económico, la organización y la participación estatal en promover las prácticas deportivas, como factor de superación del nivel de vida de la población, son algunas de las causas, que a mí entender, el mundo deportivo europeo sobresale nítidamente al resto.

Rusia 2018, no quedará con buenos recuerdos para las selecciones sudamericanas, no solamente, por los resultados deportivos, que en realidad, no fueron lo esperado. Hay razones verdaderamente  muy importantes, que en cada ediciones se van agudizando aceleradamente.

El poder económico de las instituciones europeas que se dedican a los deportes de alta competencia, que administran cifras siderales, son inalcanzables para otros mercados. Los valores que manejan son sumas muy tentadoras y es prácticamente imposible que un deportista lo rechace. Es una oportunidad de recibir un contrato varios veces millonarios en Euro, por ende, asegurar su futuro económico y el de su grupo familiar. También es un gran desahogo económico para la institución al que pertenece.

Sumado al poderío económico, es un mercado deportivo de elite, en especial, en Europa occidental. En tal sentido, el fútbol que se practica en sus federaciones, es la más poderosa del mundo.

Mientras, nosotros los aficionados del resto del mundo, si tenemos suerte y poder económico, para solventar lo que cuesta un abono, lo vemos por televisión a nuestros ídolos, en cambio, los europeos, los disfrutan en carne y hueso y sus jóvenes pueden emular y aprender de sus ídolos en vivo y en directo

El éxodo, especialmente, de africanos y sudamericanos en el deporte europeo, produce una transculturación (deportivamente hablando), que el mundo europeo lo aprovecha al máximo. Ya hace varias temporadas que los seleccionados europeos, en especial, de los deportes colectivos (fútbol, rugby, vóley, básquet, fútsal, hockey, etc.), tienen sus equipos formados por varios africanos o descendientes de africanos o sudamericanos.

El papel del estado, es muy importante en la iniciación del deporte  del niño o la niña, en lo concerniente, al deporte recreativo, formativo, educativo. La Comunidad Europea, tiene programas de apoyos a los jóvenes con talentos deportivos, como por ejemplo, que reciban una formación académica o profesional paralela a su entrenamiento intensivo.

El futbol europeo actual amalgama, la agilidad y la velocidad del africano, con la habilidad y la técnica del sudamericano y con la fuerza y disciplina del europeo, que con seguridad, al correr del tiempo, se va a profundizar.

En los 16 campeonatos mundiales realizados del siglo XX, se produjo una paridad absoluta en campeonatos obtenidos, por sudamericanos y europeos, que cosecharon 8 campeonatos cada uno. En cambio, en los 5 campeonatos realizados en éste siglo, Europa lleva la delantera, obteniendo 4 campeonatos en forma consecutiva, marcando una superioridad abrumadora, qué por desgracia, irá en crecimiento.

Como es la realidad hoy, y no veo, que cambie el panorama en poco tiempo, vamos a presenciar los venideros campeonatos mundiales parecidos al torneo de la Liga Española, donde Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid o algún otro equipo que no estaba en los cálculos, competirán por el título (en nuestro caso, Europa), mientras que el resto, competirán por el honor de participar (en nuestro caso, Sudamérica y el resto del mundo)

Como dice el dicho: “la esperanza es lo último que se pierde”, tengamos esperanza, aunque, con la pobreza, la desorganización y la ausencia del estado en nuestra Sudamérica, lo veo difícil, pero, no imposible

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