Luego de recorrer varios festivales, esta película dirigida por Renate Costa que logró varios galardones se estrena en Asunción el viernes 20 de agosto. “Todos los hermanos eran herreros, pero Rodolfo quiso ser bailarín”. En casa de herrero…
La realizadora paraguaya Renate Costa hace en “Cuchillo de palo” varios retratos: el de su tío Rodolfo; el de su familia (en especial el de su padre); el de la represión del régimen de Alfredo Stroessner hacia los homosexuales; y el del miedo y los prejuicios todavía arraigados en la sociedad paraguaya. Si bien la cineasta aparece y guía las entrevistas, la primera persona es un rasgo de enunciación tenue, enmarcado por el pudor, el respeto y la justa distancia ante la historia de su propia familia. El tío Rodolfo fue alguien que vivió perseguido, encarcelado y reprimido, y fue uno de los gays incluidos en “los 108”, una lista que convirtió hasta al propio número en estigma. Rodolfo, según se cuenta en la película, murió de tristeza. Con singular sensibilidad, concisión y rigor, Costa hace un film político y personal a flor de piel –las entrevistas con su padre y el relato de un velorio tienen especial impacto– que emociona con las mejores armas.
Entonces,”Cuchillo de palo” se convierte, a la vez, en el retrato de esa sociedad machista y viril, con sus miedos y sus prejuicios, y en la denuncia de ambos hechos históricos que nunca fueron aclarados, y que dejaron cientos de víctimas, cientos de fantasmas y huellas imborrables. Pero también, Cuchillo de palo es la búsqueda de una verdad, la razón de la muerte de Rodolfo Costa, el tío de la realizadora, y la reconstrucción del pasado de una familia, su propia familia, sostenida en base a mentiras y ocultaciones.
