Alejandro R. Otero (*)
A punto de cumplirse tres décadas de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), el escritor y periodista paraguayo Víctor Jacinto Flecha, cree que la sociedad paraguaya sigue «sin cultura democrática», porque «no se han dado las condiciones para que cambie su cosmovisión» de la realidad.
En el libro «A treinta años del golpe», que se presentará el 7 de febrero en Asunción, el escritor, junto al autor Carlos Martini, reflexiona ahora sobre los «grandes debates» que se dieron en el proceso de transición democrática tras el fin de la dictadura y las estructuras que permanecieron.
En entrevista con Efe, Flecha admitió a Efe que si bien la «sociedad ya no es cautiva de un régimen totalitario», la «vieja visión» y las «prácticas sociales» se mantienen con «representaciones sólidas».Y es que a su juicio, la dictadura «creó un tipo de cultura» fundada en la idea de «obediencia al que manda», lo que originó una «sociedad dócil».
Esto, combinado con la «ausencia de una clase media amplia e intelectualmente preparada», obstaculizó «el proceso de cambio» en Paraguay.El autor señaló que con el fin de la dictadura «se democratizó la corrupción», que actualmente permite que «cualquier alcalde pueda ser un jefe mafioso».
Además, explicó que una muestra de esas «costumbres atávicas» es el hecho de que los partidos se «repartan» las instituciones del Estado, «minando la institucionalidad de la República».
El libro analiza el origen de esos problemas en los últimos años de la dictadura, cuando se fraguó el golpe militar que derrocó a Stroessner y que encabezó su consuegro y exnúmero dos del régimen, el general Andrés Rodríguez, y los años de transición, bajo su presidencia, hasta las primeras elecciones constitucionales en 1993.
Para Flecha la pervivencia de la «estructura ideológica» de la dictadura pervivió porque la misma «no fue derrocada por la sociedad ni por la oposición», sino que «el cambio emergió de sus entrañas».
Según el libro, el general Rodríguez «perdió influencia» en el régimen durante el final de la década de 1980, en favor de un grupo interno denominado «militantes stronistas hasta las últimas consecuencias», al que perteneció, señaló Flecha,.
Por ello, el general, que «se veía como el heredero natural» del dictador, organizó el golpe de Estado que acabó con su derrocamiento en 1989 y que abrió el camino a la democracia, y añadió que «permitió las libertades públicas» porque era la «única forma de que fuera reconocido en el exterior».
«No puedo asegurar que Rodríguez haya sido un demócrata», aseveró Flecha, quien subrayó que, tanto él como los militares que le apoyaron, y que se mantuvieron el poder hasta 1993, se consideraban «garantes y donadores de la democracia al pueblo civil», y mantenían un pensamiento social y cultural «muy conservador».
Esa «cosmovisión» conservadora influyó en los «grandes debates» que tuvieron lugar en la transición y que dieron lugar a la Constitución de 1992, en la que se veta el derecho al aborto al establecer que el Estado debe proteger la vida «desde la concepción», señaló Flecha.
Asimismo, los «poderes de terratenientes y militares» obstaculizaron la reforma agraria, y las «oligarquías de los partidos» se «enfrentaron» a la introducción del voto directo en las elecciones internas de las formaciones políticas.
«La Iglesia (católica) también ejerció mucha presión» en contra, por ejemplo, de la aprobación del divorcio, que salió adelante «por intereses de la clase media-alta».
No obstante, Flecha es optimista frente al futuro y opina que las «erupciones sociales» de algunos movimientos «crecientes», como las organizaciones feministas o los colectivos de personas LGTBI, que implican un «cambio» en la mentalidad de la población, están «abriendo el camino» para que «se diluya la vieja política dictatorial» a treinta años del golpe que acabó con Stroessner.
Bajo la dictadura de Stroessner, 20.814 paraguayos se vieron obligados a exiliarse, en tanto que 425 personas desaparecieron o fueron ejecutadas, según un informe de la Comisión de Verdad y Justicia
(*)Vanguardia.com/ EFE
N. de R. – Víctor Jacinto Flecha – Es poeta y ensayista. Licenciado en Literatura y Economía Política y Doctorado en Sociología por el Institut d’Hautes Études de l’Amérique Latine de l’Université de la Sorbonne Nouvelle, Paris III, Víctor-jacinto Flecha es actualmente catedrático en la Universidad Nacional y en la Católica de Asunción.-Durante la época de la dictadura de Stroessner vivió muchos años en el exilio, primero en México y luego en Francia, dedicándose a actividades culturales diversas y a la investigación sociológica Tiene escrito más de una decena de libros. Actualmente vive en Lambaré, Paraguay
