“Ya es hora que los paraguayos nos organicemos”

Transcribimos a continuación el discurso pronunciado por Salomón Ramírez Santacruz en el año 1987, en la inauguración del 2° Campeonato de los Pueblos del Paraguay, organizado por el Club Atlético Deportivo Paraguayo, institución de la cual, a la sazón, era presidente. 

Como en aquel entonces aún no había Internet, decidimos publicarlo ahora para que alguien, alguna vez, se anime y escriba la historia del Club y/o de la comunidad paraguaya en la Argentina, tenga a su disposición un elemento más. 

Y, aunque, aparentemente, sea un poco largo, hemos decidido publicarlo en toda su extensión: así cada uno podrá analizarlo con detenimiento, quizá con otra perspectiva y extraiga, libremente, desde su punto de vista, sus propias conclusiones.

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He aquí el artículo;

     Saludo en nombre del Deportivo Paraguayo a las autoridades presentes, a todos los paraguayos y hermanos latinoamericanos que hacen posible este emprendimiento. 

 

Desfile en la inauguración del Campeonato de los Pueblos del Paraguay

  El Campeonato de los Pueblos del Paraguay es el fruto del esfuerzo del Club, de los socios y, fundamentalmente, de los Centros que representan a sus respectivos pueblos. 

    La intención de estos Campeonatos no se limita a lo meramente deportivo, sino se proyecta apuntando al gran problema de nuestra colectividad: la dispersión de nuestra familia paraguaya.

     Por supuesto, no es el único problema que tenemos. Existen muchos otros, de distinta índole. Pero sin resolver estos, todo lo demás no tiene solución.

     Es de importancia vital que todos comprendamos que juntos, los problemas se solucionarán. Nuestro Club está trabajando para que los paraguayos nos reencontremos dejando de lado las banderías sectoriales que dividen y tanto daño han causado, situación que hoy queremos revertir 

    ¡YA ES HORA QUE LOS PARAGUAYOS NOS ORGANICEMOS! y ocupemos el espacio social que nos corresponde, espacio éste que podremos ocupar gracias a la posibilidad que nos brinda esta generosa democracia argentina. 

Hoy por hoy, ya fue aprobada la Ley que otorga s los extranjeros el derecho a elegir y ser elegidos dentro de su comunidad Derechos que en el pasado solo podíamos soñar con ellos. 

    Mañana, tal vez, podremos tener a nuestros propios representantes en los foros de decisión de nuestros problemas, y que defiendan nuestros legítimos intereses. 

    Uno de los problemas más acuciantes son los indocumentados.  

La indocumentación obliga a nuestros compatriotas a vivir una situación degradante para la dignidad humana.

La falta de documentación cierra las puertas al trabajo, a la vivienda digna; en fin, los margina de la integración a la sociedad argentina. 

En este sentido, ya existe un proyecto de Ley presentado en el Congreso Nacional argentino que los paraguayos debemos apoyar calurosamente. 

   Que quede en claro entonces: el objetivo es la organización de los paraguayos para asistir a los compatriotas en sus necesidades vitales, para servir a nuestra gente. 

    La democracia nos abre los canales de participación. De allí en más, dependerá que cada Institución sea auténticamente representativa, fomente la solidaridad efectiva entre los compatriotas, cualquiera sea el lugar en que nos toque vivir, adentro o afuera de nuestro querido Paraguay. 

    Este segundo Campeonato de los Pueblos del Paraguay es una muestra de que estamos avanzando. Cincuenta y ocho pueblos unidos por el deporte, una cultura en común, en sana convivencia entre hermanos de una misma sangre. 

Este es el camino, el camino del criterio amplio y la plena participación de los paraguayos. No debe haber un solo paraguayo que quede cruzado de brazos. El compromiso debe ser asumido por todos.  Cada granito de arena es importante. 

    A quienes no participen, o peor, a aquellos que obstaculicen conscientemente este proceso de integración, su propia conciencia, sus compatriotas y sus hijos, serán los encargados de juzgarlos. 

    Aquellos que aporten su granito de arena, tendrán como premio la satisfacción de haber ayudado a su comunidad, la satisfacción del deber cumplido y gozarán de los beneficios que entre todos sabremos lograr.

    No quiero ser injusto y olvidarme de aquellos que ya están participando. Me refiero a los dirigentes, jugadores y simpatizantes de los Centros. El resultado está a la vista: ustedes son los protagonistas principales de todo esto. Sin ustedes nada de esto sería posible. 

El codiciado «Trofeo de los Pueblos del Paraguay»

    Ustedes, jugadores, deben representar a sus respectivos pueblos, no sólo en la competencia sino también en el buen comportamiento diario. 

    A los simpatizantes, les digo que deben alentar con entusiasmo a su equipo sin dejarse llevar por ciegos fanatismos y participar activamente para que el Centro de su pueblo se consolide y fortalezca. 

   Son ustedes, dirigentes de los centros, los responsables de organizar a sus compueblanos y de orientarlos por el camino de la convivencia armónica y respeto mutuo.

Son ustedes, quienes cargan con el peso de estas responsabilidades. Son, asimismo los dueños del mérito y depositarios de la confianza de nuestra gente. Son ustedes, queridos hermanos, los futuros dirigentes del Club Atlético Deportivo Paraguayo, 

    El 17 de agosto de 1986, cuando fuimos honrados por la confianza de los socios el Club, los miembros de la Comisión Directiva hemos asumido el compromiso de acrecentar la participación y asegurar la práctica democrática dentro de la Institución. 

    Creemos sinceramente que los estamos haciendo, gracias a todos ustedes, porque al convocarlos, la respuesta favorable no se hizo esperar y esto, el Campeonato, es el resultado de esa espontaneidad; este espectáculo impresionante que estamos disfrutando nos permitirá decir a las generaciones futuras: la colectividad paraguaya también puede realizar emprendimientos de gran envergadura. 

    La realidad nos indica que acertamos el camino. ¡Compatriotas, amigos todos, sigamos adelante!

    ¡El destino de la colectividad depende de nosotros!

     Antes de terminar, queremos dar las GRACIAS a los dueños de casa, el Club Atlético Lugano, hermanos nuestros que han facilitado todo para que éste campeonato sea un éxito. 

También gracias hermanos argentinos y latinoamericanos. Gracias, compatriotas paraguayos.

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 (1)  En ese mismo año, circulaba en Bs. As. el periódico “Ñane retấ” dirigido por Rafael Luis Franco.

 

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