¿Se encamina EEUU a una guerra civil?

Por Alfredo Jalife-Rahme (*)

La elección de la democracia bananera de EEUU es el brote agudo de la involución del sistema, fracturado en dos repúblicas irreconciliables —la azul, demócrata, y la roja, republicana— con subfracturas entre los ‘progresistas’ de Sanders y los ‘centristas’ de Biden, quienes en su conjunto avizoran una guerra civil que no se atreve a decir su nombre.

Con el fin de no cometer crímenes cronológicos y equivocaciones simplistas y ultrareduccionistas, se aconseja diferenciar entre el nivel de desinformación de los medios —los omnipotentes oligopolios que boicotearon a Trump— de perfil cortoplacista cuando no efímero, y los análisis académicos profundos de perfil visionario de largo plazo 

A estos últimos no les perturba en absoluto si gana la Presidencia Biden, que cumplirá 78 años el próximo 20 de noviembre, Trump, que tiene 74 años, debido a su enfoque más estructural que subjetivo, coyuntural, sicoanalista o interesado. 

A mi juicio, sea cual fuere el epílogo de la cuestionada elección presidencial de la democracia bananera que practica EEUU —quien todavía se da el lujo de pontificar al género humano— , lo relevante radica en la reconfiguración de un país muy dividido y polarizado en todos los ámbitos. 

En fechas recientes se han acelerado las publicaciones que vaticinan una inexorable guerra civil en EEUU. 

Ya desde 1996, Thomas Chittum, excombatiente de la guerra de Vietnam, se atrevió a enunciar la «Segunda Guerra Civil: la Balcanización que viene de EEUU». 

¿Es posible una balcanización?

Hace dos días, el polémico investigador Wayne Madsen —connotado investigador del contraespionaje del National Security Agency (NSA) y aseveró que «existe una posibilidad de que EEUU se sumerja en una anarquía política no vista desde la guerra civil en la mitad del siglo 19». 

Y advierte la probabilidad de que Trump proclame su «Republica Roja» en su propiedad de Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida). Esta contaría con la protección del gobernador y de los residentes potentados cubanos, colombianos y venezolanos, y así recibiría el reconocimiento de Brasil, Colombia y el presidente venezolano interino Guaidó, además del de los primeros ministros de Hungría y Eslovenia y el del presidente Erdogán, de Turquía 

(*) Alfredo Jalife-Rahme es un médico, profesor, conferencista, periodista y analista político mexicano de ascendencia libanesa, especializado en relaciones internacionales, economía, geopolítica y globalización (ver nota completa en mundo.sputniknews.com)

 

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