Desde hace unos 5 años, empezaron a llegar paraguayos inmigrantes a Neuquén, en busca de trabajo para su sustento. Se calcula actualmente, alrededor de dos mil compatriotas en la capital provincial. A estos habría que sumar unos cinco mil paraguayos que viven en la vecina localidad de Cipolletti ya en la Provincia de Río Negro.
Como es habitual, los varones trabajan en el ramo de la construcción, y en menor medida, en carpinterías, y las mujeres, en tareas del hogar como empleadas domésticas. Ciertamente, en época de cosecha de frutales (manzana, pera, durazno…), acceden igualmente como mano de obra de la cosecha. Hoy, se puede decir, que los paraguayos en esa región constituyen la tercera comunidad extranjera más grande, por detrás de la chilena y boliviana.
Igualmente, todos estos inmigrantes se encuentran encausando su situación migratoria hacia la regularización, en orden a obtener el ansiado Documento nacional de Identidad que los habilita a trabajar en condiciones laborales normales con acceso a la cobertura social y a aportar al fisco como corresponde.
El día miércoles 1° de setiembre, en horas tempranas de la mañana (6 a.m.), la fiscal de graves atentados contra las personas, Sandra González Tabeada, acompañada de efectivos policiales (más de 70), allanaron un predio (galpón con un gran patio), ubicado en el Barrio “El progreso” de Neuquén perteneciente a la empresa constructora “Ecam”, donde vivían en condiciones precarias unas 20 familias paraguayas que lo alquilaban.
No se discute el motivo que llevó a la fiscala autorizar el allanamiento para investigar la realidad de los inmigrantes, pero si se cuestiona el procedimiento con que se lo efectuó: 60 efectivos para 20 familias, violentando, atemorizando, asustando a todos, sobre todo a chicos que despertaron con el horror de encontrarse con perros de la policía sobre ellos en sus propias camas y viendo maltratados a sus padres padeciendo aprietes con armas de grueso calibre sobre sus pechos.
Los resultados fueron: 1. un gran grupo de paraguayos con su situación migratoria totalmente regularizada (trabajadores de Ecam), otro grupo intermedio en vias de regularización (con la radicación precaria vencida algunos) y un pequeño grupo que la estaban iniciando. 2. No encontraron a ningún delincuente ni indocumentado. 3. No hubo ni un solo caso de “trata de personas” en el aspecto sexual. 4. Cortaron la energía eléctrica y la conexión de gas (responsabilidad de la empresa que les alquilaba el local), por el peligro que representaba para quienes residían ahí. 5. Fueron trasladados a la Comisaría del lugar donde se les investigó a cada uno, se les secuestró toda la documentación para tramitar la regularización migratoria (a cargo de la Fiscalía) y se les conminó con una Cédula de Intimación a que en 30 días (a unas 10 personas), regularizaran su situación migratoria (mientras tanto, contradictoriamente, teniendo sus papeles secuestrados que se les prometió devolver quien sabe cuando, no podrán cumplimentar lo dispuesto en la intimación).
Este hecho que impactó en la región neuquina y aledaños, movilizó inmediatamente a organizaciones defensoras de los DDHH de los migrantes (Pastoral de migraciones; Clínica de migración y DDHH, y la oficina municipal de migraciones de Neuquén), quienes trabajaron en forma coordinada, defendiendo a nuestros compatriotas y avisando al Equipo Pastoral Paraguayo (EPPA), sobre lo que estaba sucediendo. Igualmente, la prensa de Neuquén y de Río Negro, divulgaron la noticia, en un primer momento, tratando de delincuentes e indocumentados al grupo paraguayo (creando un ambiente hostil contra estos prójimos). Esto fue cambiando paulatinamente con el transcurrir de los días, gracias a la acción coordinada que se reralizó sobre la prensa de Neuquén y Río negro.
El EPPA, rápidamente envió al lugar, a su Coordinador Miguel Angel Decoud, para interiorizarse de la cuestión, y por otra parte, en un trabajo coordinado y conjunto, éste accionó junto con la Federación Paraguaya en la República Argentina (FEPARA), que a través de uno de su dirigente Salomón Ramírez Santacruz, presionó sobre nuestra representación diplomática y consular para que tomaran cartas en el asunto (viernes y sábado). El resultado de la acción conjunta de EPPA y FEPARA, además de la importante labor efectuada por la periodista paraguaya Fátima Rodríguez, logró la decisión del Consulado Paraguayo en Buenos Aires, de enviar “in situ”, a un Cónsul quien junto a tres funcionarios del consulado, prometieron hacerse presente en Neuquén para ayudar y defender a nuestros compatriotas, los días martes 7 y miércoles 8 de septiembre
Mientras tanto, Decoud del EPPA, junto a Ana Pimentel, Liliana y Jorge Muñoz, y otros de la pastoral de migraciones, encausaban soluciones básicas de las familias paraguayas afectadas (defensa de sus derechos, alimentación, asistencia del área de desarrollo social de la provincia, organización en equipos de trabajo de los propios afectados, ayudas, etc.). El Obispo de la Diócesis de Neuquén, Monseñor Marcelo Melani, recibió a Miguel Decoud y, a pedido de éste, celebró una Misa para los compatriotas en el mismo predio donde vivían. La Eucaristía fue acompañada con cantos en guaraní, por los propios paraguayos afectados, que el Obispo del Lugar supo valorar en su justa medida, quedando a disposición para lo que hubiere lugar.
El día lunes 6 de setiembre, en comunicación telefónica, Decoud conversó con el Cónsul Luís Copari, sugiriéndole modifique su agenda: que ni bien baje del avión en Neuquén, se dirija a saludar a sus connacionales afectados que lo esperaban con gran expectativa; que el servicio consular para estos los preste en el mismo lugar donde están residiendo, y que les exima del arancel consular ($ 10) en los casos de solicitud de certificados de antecedentes. Luís Copari, aceptó inmediatamente sensibilizado por la problemática de sus compatriotas que lo estaban pasando mal en tierras neuquinas.
Al día siguiente, martes 7, llegó el Cónsul quien después del saludo se puso a atender, uno por uno, todos los casos. Organizó un operativo simple, práctico y dinámico: un funcionario atendía los casos de cedulación paraguaya, otra (Nancy) ayudada por un funcionario que manejaba la parte informática y fotocopias requeridas, encausaba las documentaciones pertinentes para acceder a la radicación y D.N.I., y el Cónsul atendiendo personalmente a todos sus compatriotas en los temas de visas consulares. Luego de la atención, se trasladaría hasta la Fiscalía para interiorizarse de la situación judicial de los paraguayos y también para acercar ciertas cuestiones que a todos nos tenían en dudas.
Mientras tanto, desde tempranas horas de la mañana, unos quinientos compatriotas de Neuquén, Cipolleti y localidades aledañas, se hicieron presente en la Casa de la Pastoral (Calle República de Italia 652), para usufructuar del servicio consular, que para bien de todos, se acercaba a prestar su servicio “in situ y por primera vez”, haciendo presente al Estado paraguayo, en tierra tan lejana como es Neuquén. Fueron bien atendidos todos y todas, viendo encausados la solución de sus problemas migratorios por su representación consular.
La reflexión final es: “los logros son frutos de la sumatoria de muchos esfuerzos”. Esta vez, organizaciones sociales y pastorales (FEPARA y EPPA entre otras), se unieron a la acción consular, facilitando enormemente el importante servicio para nuestra gente necesitada, quienes se vieron positivamente sorprendidos por tan destacable servicio que habla por sí solo: pareciera ser, que comenzamos a transitar por la buena senda en pos de resultados efectivos y afectivos que benefician a la gente más necesitada.
Con la Pastoral de Neuquén quedamos en realizar un seguimiento de los casos atendidos por nuestro Consulado, en orden a ayudarles a cumplimentar a cabalidad las tramitaciones efectuadas y que en un tiempo prudencial serán remitidos a Neuquén, hasta la Casa de la Pastoral, desde donde deberán retirar los paraguayos las documentaciones pertinentes.
Miguel Ángel Decoud
09-09-2010
