Los paraguayos se van a Chile y Uruguay en busca de oportunidades

Marlene Aponte (*)

Chile y Uruguay se convierten en los nuevos polos de migración de los paraguayos a raíz de la crisis que sacude a España y otros países europeos.

Un hombre carga una caja de uva merlot en los viñedos de Cousiño Macul en Chile. En marzo es la vendimia (AFP)

Esto se desprende del aumento que constató el Banco Central del Paraguay en cuanto a las remesas enviadas por los paraguayos desde esos dos países.

De acuerdo con el informe, las remesas provenientes de Chile tuvieron un aumento del 18% hasta octubre del año pasado en comparación al 2010. Esto representaría un incremento de 2,8 millones a 3,1 millones de dólares.

Punta del Este, la ciudad costeña más famosa del Uruguay, siempre ha sido el punto turístico preferido de la clase adinerada del Paraguay, pero al parecer Uruguay empieza a mostrarse interesante para aquellas personas que buscan oportunidades laborales y no solo turísticas.

Tanto Chile como Uruguay también tienen pronósticos favorablesotorgados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima que estos países tendrán niveles de crecimiento económico vigorosos, con incrementos de 6,5% y 4,2% de su actividad productiva en el 2012, respectivamente, y con pronósticos de expansión para el 2013.

La estabilidad económica en estos países, con sus sucesivos  gobiernos, otorga seguridad a la hora de invertir. A esto se suma la fortaleza del continente con respecto a la crisis europea, por la existencia de materias primas para las exportaciones.

CONTRATOS TEMPORALES
La nueva alternativa para los trabajadores paraguayos es la modalidad del contrato temporal. El año pasado, grupos de jóvenes y adultos aceptaron trabajos temporales en campos chilenos.

Pero un caso sonado alertó de estas prácticas, ya que varios obreros viajaron a Chile para trabajar en un viñedo y denunciaron malos tratos, además del incumplimiento del contrato.

Tuvo que intervenir el Ministerio de Relaciones Exteriores para que se resolviera el conflicto. Salvado el problema, muchos regresaron a trabajar a Chile por considerar que recibían buena paga en comparación a Paraguay.

La distancia es otro punto favorable y tampoco se puede dejar de mencionar el idioma. Chile y Uruguay están prácticamente a un día de distancia en bus y a dos horas aproximadamente en avión.

Si bien el FMI apunta a Paraguay con un crecimiento económico del 6,4% todavía no le alcanza a la gran masa trabajadora, por lo que muchas personas optan por traspasar las fronteras.

“Si me dieran una buena oportunidad aquí, no me iría”, confiesa Olga Paredes, quien tiene que dejar a su familia para marcharse al país trasandino donde ganará mejor dinero como empleada doméstica que en Paraguay.

Sigue siendo la necesidad el mayor motor de la migración paraguaya

(*) www.enlatino.com

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