Por Carlos Almirón, corresponsal (*)
El 29 de mayo se postergó por octava vez la apertura de sobres de la licitación pública internacional que busca asfaltar el camino de la Bioceánica. Ahora las malas condiciones del camino condenan a los pobladores al aislamiento.
Solo a bordo de vehículos todo terreno 4X4 y hasta inclusive con ayuda de tractores en algunos casos se puede llegar a Carmelo Peralta, debido a las malas condiciones del camino en un tramo de 60 kilómetros.
Esta localidad con más de 4.000 pobladores se encuentra localizada en un lugar estratégico a orillas del río Paraguay, cuyas aguas la dividen de la ciudad brasileña de Puerto Murtinho.
Lamentablemente, las pésimas condiciones en que se encuentra el único y principal camino para llegar al lugar demuestra el escaso interés de las autoridades por evitar el aislamiento de sus pobladores, que en la mayoría de los casos no tienen otra alternativa que utilizar caminos de todo tiempo en territorio brasileño cuando buscan desplazarse hacia la capital del país.
Precisamente este tramo de 60 kilómetros figura en el trazado de asfalto de la ruta Bioceánia, para unir a esta localidad con la comunidad de Loma Plata en el departamento de Boquerón y así permitir una salida hacia el Pacífico por territorio argentino que ayudará a agilizar el comercio con los países asiáticos.
Al MOPC parece importarle poco o nada esta triste realidad que viven estas personas, ya que por octava vez suspendió la apertura de sobres de la mencionada licitación pública internacional. Estas sucesivas prórrogas vienen produciéndose desde mayo del 2016, y ahora anuncian otra nueva fecha, esta vez el 31 de julio.
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