Sin brazos, profe ejemplar enseña a superar límites en Yuty

Para Celso Lezcano Báez, el haber nacido con las extremidades superiores solo hasta el antebrazo, un dedo en una mano y dos en la otra, jamás fue impedimento para ser independiente y cumplir las metas que se propuso.

Como Celso no alcanza la parte alta del pizarrón, utiliza un pupitre y escribe con la tiza; para él no existen excusas
Como Celso no alcanza la parte alta del pizarrón, utiliza un pupitre y escribe con la tiza; para él no existen excusas

Celso tiene 38 años, es profesor del sexto grado de la Escuela San Vicente Ferrer, del barrio Mbokajaty de Yuty, Caazapá. Al comienzo, la curiosidad de sus alumnos se hizo evidente. Con la inocencia característica de la edad, le preguntaban a Celso cómo hacía para bañarse, si alguien le daba de comer o tenía quien lo afeitara.

Sin inconvenientes, y como un compañero más, el docente respondía todos los cuestionamientos de esas pequeñas personas que rápidamente se convirtieron en sus amigos. “Nunca me peleé con mis alumnos, me miman y yo a ellos”, expresó Celso.

La destreza va más allá de tomar una lapicera o escribir en el pizarrón, solo con dos dedos. Incluso maneja una motocicleta con la que se desplaza todos los días hasta la escuela, que se encuentra a cinco kilómetros de su casa.

“Cuando era joven pensaba en mis limitaciones y sabía que no podía depender de otra persona, mi única opción era estudiar para salir adelante y llegar al final de mis objetivos”, expresó el maestro, que además se desempeñó como locutor de radio y conductor de programas de televisión por cable.

Familia – La mayor alegría del docente es su hijo Celso Daniel, quien está por cumplir tres añitos. Recordó que desde niño siempre tuvo el apoyo de su familia, sus compañeros y profesores que lo apreciaban y confiaban bastante en él. Gracias a su incansable sacrificio, ahora Celso es uno de los maestros más queridos y admirados por los pequeños.

extra.com.py

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