Derecho al voto: ese amante esquivo y deseado

REFERÉNDUM CONSTITUCIONAL

Una vez terminada la campaña de confusión generada por el “clamor”, la recolección  y la presentación de firmas a la Cámara de Senadores para incluir en la Constitución –inconstitucionalmente, valga la paradoja- la figura de reelección presidencial a través de la enmienda, el tema de referéndum ha vuelto a su cauce original, esto es que el único tema a tratarse por el ciudadano paraguayo el 9 de octubre es la aprobación o rechazo de la modificación del Art. 120 que devolverá al compatriota residente en el exterior el derecho a ser elector de las autoridades políticas de nuestro país, que conlleva también el derecho a ser elegidos.

A casi 20 años del despojo de ese derecho cívico consumado por los constituyentes -elegidos democráticamente por el voto popular- hoy resulta tangible y esperanzadora la acción del gobierno para su justa restitución. Hoy vemos que el Tribunal Superior de Justicia (TSJE) de nuestro país está abocado a la organización para implementar la consulta a tal efecto, a través de una extensa agenda realizada –y a realizarse- en todo el territorio nacional y en el extranjero en Bs. As., Nueva York y Madrid..

La campaña de concienciación realizada por sus funcionarios y el tratamiento técnico encarado para definir el proceso post referéndum es realmente admirable dado su complejidad. Sólo habrá que esperar que el Ministerio de Hacienda le allegue los recursos económicos para tal fin en tiempo y forma de manera, tal de quedar finiquitado favorablemente antes de las elecciones del 2013

El tema ya ha dado cumplimiento a los procedimientos previos establecidos por nuestro sistema republicano que indica la intervención de los poderes del estado. La enmienda ha sido aprobada por el Poder Legislativo; ahora está en manos del Poder Judicial y su culminación estará en la decisión soberana que el pueblo paraguayo adopte el 9 de octubre.

Los paraguayos de afuera, como principales interesados, tenemos el deber y la obligación de coadyuvar al éxito de dicho emprendimiento. Suplamos la –hasta ahora- falta de información sobre la trascendencia del referéndum constitucional, hablando o enviando mensajes a nuestros familiares y amigos; a los medios de prensa; a las organizaciones no gubernamentales, eclesiásticas e integrantes de los partidos políticos que tienen la suerte de residir en nuestra patria, para que difundan la buena nueva y participen activamente –antes, durante y después- para el buen resultado del mismo que está, casi casi, al alcance de nuestras manos..

“Habla pueblo habla, tuyo es el mañana, habla y no permitas que roben tu palabra; habla pueblo, habla sin temor y temblor, no dejes que nadie apague tu voz”.

Solo así, nuestro derecho al voto dejará de ser ese amante esquivo y deseado

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