Hans Kundt, el militar más influyente de la historia boliviana

Durante la Guerra del Chaco contra Paraguay (1932-1935), un general prusiano intentó reordenar al Ejército de Bolivia. Se trata de Hans Kundt y aunque no tuvo suerte, su vida quedó ligada al país sudamericano.

Kundt arribó al país por primera vez  en 1911, oportunidad en que sienta las bases «sobre las que descansa el Ejército boliviano incluso hasta hoy”, cuenta un experto. Kundt se va en 1914.  Volvió a Bolivia en 1921 ya como general. Adoptó la nacionalidad boliviana y emprendió la reorganización militar boliviana. En 1923 fue nombrado ministro de Guerra por Bautista Saavedra. En 1930 dejó Bolivia tras la caída de Hernán Siles, a quien Kundt había apoyado para llegar a la presidencia

Convocado nuevamente retornó a fines de 1932 a los 63 años, para hacerse cargo del ejército en campaña en el Chaco, en pleno desarrollo de la guerra con Paraguay. Veterano de la Primera Guerra Mundial, Kundt dio la orden de «atacar, atacar, atacar”, obteniendo victorias esperanzadoras.

Hans Kundt

Pero la suerte ya no estaba del lado de Kundt y, en octubre de 1933, «una desproporcionada acumulación de tropas paraguayas (que Kundt no supo reconocer), aparejada de tácticas inteligentes, produjo el desastre boliviano en las batalles de Alihuatá y Campo Vía, en las que se perdió casi la mitad del Ejército.

“Rafael Franco, reforzado por la división de Fernández, irrumpió desde Gondra arrollando las líneas bolivianas y cerró el camino Campo Vía-Puesto Ustares” describe escuetamente la acción el historiador militar estadounidense David Zook. Sin esa maniobra, las tropas bolivianas hubieran escapado tras la toma de Alihuatá.

Después de esta victoria, Paraguay -en un gesto magnánimo- ofreció un armisticio a su contendiente para iniciar las tratativas diplomáticas, que Bolivia aceptó con el único propósito de ganar tiempo

Esta victoria fue la más fulminante de la guerra,,de consecuencias morales más demoledoras y significó para el Paraguay hacerse de más armamento del que disponía al iniciarse la guerra, en tanto la derrota fue tan abrumadora en filas bolivianas según narra el sacerdote Capellán del Ejército paraguayo, Ernesto Pérez Acosta (Pa-í Pérez), que un prisionero boliviano junto a él en ese momento, el Teniente Coronel Araníbar, exclamó consternado: “La guerra ha terminado. Kundt nos ha traicionado”. Kundt cayó en desgracia, fue destituido y confinado en Cochabamba, en espera de un juicio que nunca llegó .Justamente, la debacle boliviana obligó a renunciar al general alemán Hans Kundt

Gral. David Toro quien posteriormente sería presidente de Bolivia tras derrocar a José Luis Tejada Sorzan

En gran medida, Hans Kundt fue un chivo expiatorio por los errores, inoperancia y desobediencias de sus subordinados bolivianos. Kundt fue traicionado por sus subordinados, especialmente por el más cercano, David Toro

Se le permitió regresar a Alemania a fines de 1936, pero en el ínterin había perdido a su esposa, sus ahorros y sus bienes. Murió en la pobreza en Suiza el 30 de agosto de 1939” cuenta Brockmann

dw.com/  Robert Brockman: “El general y sus presidentes”, Luis Agüero Wagner: diariosigloxxi.com/

 

 

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