11 de octubre: “Día del Poeta paraguayo”

Natalicio de Maria Talavera

Por Eugenio Lucas York (*)

Considerado el primer poeta paraguayo de la era independiente, Natalicio de Maria Talavera, nació en Villarrica el 7 de septiembre de 1839. Fueron sus padres Doña Antonia Alarcón y don José Carmelo Talavera. En los registros del obispado de la Villa Rica del Espíritu Santo (Folio 228) figura que fue bautizado el 11 de septiembre con el nombre Natalio de Maria siendo su padrino el Presbítero Luciano Romero.

Natalicio Talavera

Con una mano componía versos encendidos: “¡Paraguayo… Corred a la Gloria”! (ver abajo: Himno…). Y con la otra empuñaba el fusil, era el primero en el combate. Natalicio de María Talavera fue poeta y guerrero. Como poeta cantó a la patria, al pueblo, a sus compatriotas humildes, modestos y abnegados; a la madre y al amor… Y como hijo de esta tierra de leyenda, defendió palmo a palmo su heredad, defendió sus tradiciones milenarias, su lengua y su identidad primigenia con la pluma y con las armas.

 A poco de iniciado el conflicto contraLa Triple Alianza(1865-70), se incorpora al pueblo en armas. Redactó las crónicas de las batallas y de los campamentos donde con sus canciones y recitados contribuyó a levantar la moral de los combatientes paraguayos. Creador de un periodismo de combate, con su ex compañero de estudio, el Coronel Juan Crisóstomo Centurión, fundó la célebre revista “Cabichu’i”. Así mismos, fue Director y Redactor de El Semanario. El Mariscal López le impuso, el 12 de mayo de 1866, la Estrella de Caballero dela Orden Nacionaldel Mérito.

 Es curioso que nadie se acuerde de Natalicio Talavera, aunque la fecha 11 de octubre, “Día del poeta paraguayo”, fue instituida, ya en el año 1971 mediante Resolución Nº. 248 del Ministerio de Educación y Cultura, como un homenaje a su figura. Mas esta fecha,  siempre pasa sin el rumor que produce en su caída una hoja amarilla de otoño. Pareciera que entre las autoridades hay un temor de recordarlo, de hurgar en la memoria, en la cósmica soledad del olvido y recobrar ese punto de luz que la Historia Oficial borró de sus hojas polvorientas por ser demasiado viva, enceguecedora y cuestionadora.

Entonces, esa sociedad heredera de los verdugos de la Patria, de los que “transaron” con los exterminadores de la población paraguaya, no tocan ni dejan tocar al pueblo ese monumento acrisolado, hecho de transparencia y ternura, de acendrado patriotismo y coraje.

Natalicio, fiel seguidor del Héroe, asumió los atributos del Héroe (los mereció) hasta llegar al Parnaso de los dioses, con su corona de laureles, con la ebúrnea limpidez de su Poesía, con su palabra ardiente a cuyo ardor se conmovieron los campamento sombríos y las fragorosas trincheras. ¡Mejor que no la toquen!, que para celebrarlo basta la memoria del pueblo, la memoria imborrable y viva, la memoria inmortal.

Natalicio se inspiró en los sueños de los revolucionarios de Mayo, en el duro tiempo de la Dictadura Nacional Revolucionaria francista y en la acción estelar de aquel prohombre que fue don Carlos Antonio López, para acompañar al Mariscal Francisco Solano López en la vorágine de una guerra de agresión y de premeditado exterminio hasta aquel día…, ¡no aciago!, sino de esplendente sol en la florida primavera de sus 28 años de edad en Paso Pucú.

¿Dónde está el monumento al poeta paraguayo? ¿Dónde está la calle Cabichu’í, el Instituto Periodístico, El Semanario, la plaza o el parque Cielito?, ¿En qué texto escolar figuran los poemas como Himno Patrio?, ¿Dónde están las señales de la dignidad paraguaya, enarbolada antes con singular coraje e hidalguía por Natalicio Talavera y sus compañeros de luchas?

La excepción: sólo los guaireños le hicieron justicia poniendo el nombre de Natalicio Talavera a un distrito del Dpto. de Guairá.

 Ojalá que esta pequeña parada del Tren Rojo inspire a los responsable de formar y fomentar la identidad paraguaya y, que sea el comienzo de un verdadero proceso de reivindicación de nuestro próceres civiles, como la egregia figura del primer poeta de la patria; así también, el primer paso en el proceso de la construcción de un mausoleo que honre la memoria de tantos artistas nuestros que, hoy, la mayoría aguardan sus días de reposo en columbarios prestados u olvidados en ignotos cementerios, sin una señal material que los recuerden con la dignidad que se merecen quienes lucharon para engrandecer el territorio espiritual del Paraguay.

(*) fragmento

Fuente: elanotadordegilberto.blogspot.com

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Comments

  1. Muy conmovedora la Historia de Natalicio Talavera, todo un héroe para el país, lástima que muy pocos lo recuerdan dentro de la Historia de nuestro país.

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