Los «remedios yuyos» irrumpen en el combate contra el dengue

Los tradicionales «remedios yuyos» irrumpen como aliados en la lucha contra el dengue, el chikunguña y el zika, los tres virus que mantienen a Paraguay en estado de alerta epidemiológica. La Citronella es una de las más pedidas para combatir al mosquito transmisor.

Foto: abc.com.py
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Ante la «psicosis colectiva» desatada por el elevado número de casos sospechosos de estas enfermedades, son cada vez más los paraguayos que acuden al popular Mercado 4 de Asunción a buscar hierbas que sirvan para aliviar sus síntomas, explicó Javier Torres, representante de los vendedores de remedios naturales del lugar.

Plantas como la citronella, el cedrón kapi’i (hierba limón) o las hojas de la planta del mamón o papaya lideran la lista de ventas en este mercado, después de que el Ministerio de Salud Pública advirtiese a la población sobre los riesgos de los virus transmitidos por el mosquito Aedes aegypti.

La estrella de la botica es la citronella, muy apreciada en perfumería por su potente aroma y que es también un eficaz repelente natural para los mosquitos, según Torres. Si el paciente ya contrajo uno de los virus, friccionar sobre la piel un preparado de citronella diluida en alcohol puede ayudarle a aliviar los dolores musculares y articulares que caracterizan a estas dolencias, de acuerdo con la tradición.

De la misma familia de plantas de la citronella es el cedrón kapi’i, que los paraguayos acostumbran a agregar como yerba refrescante en el tereré. La planta se emplea como «reguladora del flujo sanguíneo» en personas ya afectadas por los virus, aunque Torres advierte que su uso en cantidades excesivas puede provocar un descenso en la presión arterial.

Por su parte, las hojas del árbol del mamón están consideradas como un antídoto contra el decaimiento que provoca el dengue, y los vendedores consideran incluso que la infusión de una de estas hojas contribuye a elevar la cantidad de plaquetas disponibles en la sangre, cuya cifra se ve mermada en pacientes con cuadros graves de la enfermedad.

Además de estas plantas, Torres prescribe a los enfermos de dengue una peculiar pócima a base de semillas de zapallo (calabaza pequeña), sandía y melón machacadas en un mortero y hervidas en medio litro de agua: la conocida como «horchata». Se trata de un brebaje que, sazonado con hebras de azafrán, contribuye a bajar la fiebre, a modo de paracetamol natural sin contraindicaciones conocidas.

Un efecto parecido es el que tiene la mezcla de hojas secas de verbena y raíces de agrial trituradas, según dijo a Efe Simeona Acosta, una de las vendedoras más veteranas del Paseo de los Yuyos, como se conoce a la calle del Mercado 4 donde se concentran los puestos de remedios naturales.

Torres cree que el secreto del éxito de estas plantas medicinales es que «son baratas, no tienen efectos secundarios y están siempre disponibles», a diferencia de lo que ocurre con jarabes y pastillas.

Así, resaltó que muchas personas acuden al Mercado 4 porque no cuentan con los medios económicos para costearse un medicamento convencional o bien porque, ante el incremento del número de consultas por casos febriles, las farmacias de los hospitales empiezan a acusar el desabastecimiento.

Pero, principalmente, se trata de «una cuestión cultural», dado que «los paraguayos están acostumbrados a tomar remedios naturales con el mate o el tereré desde que se levantan hasta que se acuestan, y ese conocimiento de las plantas forma parte de su herencia cultural», según Torres.

Tan arraigados están los «yuyos» en el país que la Cámara de Diputados de Paraguay declaró en 2014 el primero de agosto como Día del Pohã  Ñaná («hierbas medicinales», en guaraní).

Además reconoció el Paseo de los Yuyos como «sitio turístico», y nombró como «bien cultural y patrimonio nacional» a las plantas medicinales autóctonas.

Paraguay permanece en alerta epidemiológica por dengue, zika y chikunguña desde comienzos del año, debido a la circulación de estos virus en la región.

Las elevadas temperaturas veraniegas y la acumulación de agua estancada tras las inundaciones en el país son un caldo de cultivo perfecto para la reproducción de los mosquitos vectores de estas enfermedades, según las autoridades sanitarias.

paraguay.com /EFE

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