Como hace 36 años, este 18 de octubre se festeja la fiesta patronal de la Virgen de Schoenstatt en el Santuario Nacional de Tupãrenda, ubicado en el kilómetro 34,5 de la ruta 2 Mariscal Estigarribia, en Ypacaraí.
Para este día, el movimiento estima reunir a más de 50.000 devotos por el Día de la Alianza con María, que cumple en todo el mundo 103 años. La organización destaca que a pesar de que la fiesta caiga un día entre semana, la fe reunirá a todos los miembros del movimiento. El lema de este año dice «Hijos del padre, construyamos familia marca».
El padre Tommy Nin Mitchell, superior regional de los Padres de Schoenstatt, explicó que la alianza que se celebrará este miércoles es una profundización de la alianza en el bautismo. Afirmó que Dios no solo creó al hombre para que lo siga sino para que pueda hacer del mundo un lugar mejor y el papel de la Virgen María es fundamental en esta misión.
Sostuvo que María siempre colaboró con Jesús en todas sus actividades y que de hecho el primer milagro que hizo Cristo lo hizo por intersección de María, “entonces creemos que justamente al aliarnos con María podemos darle de nuestro tiempo y lo mejor de nuestra energía y ella nos pueda dar a nosotros lo mejor que ella tiene que es el mismo Jesús”, indicó el padre.
El novenario de la Virgen de Schoenstatt inició el lunes, y Tupãrenda se llenó de peregrinos provenientes de distintos puntos del país, que participaron en las misas diarias y rezo del rosario que se realiza .
Pero no solo el Santuario Nacional reunió a los devotos, en el Santuario Joven de Asunción y en el Santuario Terruño que se encuentra en Ciudad del Este también se realizaron actividades.
Schoenstatt es un movimiento de la Iglesia Católica, fundada por el padre José Kentenich durante la Primera Guerra Mundial, cuando el 18 de octubre de 1914 este sacerdote con un grupo de jóvenes sellaron un pacto o alianza de amor con la Virgen María, a quien pidieron que se estableciese en una capillita puesta que se convirtió en punto de peregrinación.
El santuario original está en Schoenstatt, Alemania, y desde entonces se multiplicaron los pequeños santuarios en todo el mundo, según el movimiento.
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