Discursos, elecciones… ¿Y la Huelga General?

 

Por Julio Benegas Vidallet (*)

He sido por muchos años periodista del área política, entiéndase partidos políticos. Hace mucho que, por suerte, vivo ese mundo desde el común que ve y escucha y participa sin mucha información más que la procesada en bares, plazas, sueltos periodísticos, comentarios y difusiones y debates en Internet. Tengo muy poco acercamiento al fenómeno y por lo tanto mis predicciones son cada vez más erráticas.

Estar cerca de las campañas electorales, de las bases de los partidos, de sus punteros, de la tipa que será la encargada de de recorrer las casas de sus vecinos desde las seis de la mañana durante las elecciones, de los operadores que en el mercado ofrecen sus servicios, hablar con ellos, fuera de micrófono, en diálogos coloquiales, los más francos posibles me había más o menos dado idea, por ejemplo, cómo es que Osvaldo Domínguez Dibb remontó una diferencia del diez por ciento en Asunción y Central al punto de empatar y hasta sacar algunas estrechas ventajas en algunas ciudades en las internas coloradas en las que fue ungido Nicanor Duarte Frutos candidato a presidente.

Esa cercanía con los datos y el procesamiento me habían dado elementos para advertir que una gran campaña electoral en los departamentos Central y Alto Paraná podía volcar diferencias obtenidas en la suma de todos los demás departamentos, como ocurriera con Castiglioni frente a Blanca Ovelar, también en las internas coloradas, expresando esto, entre otras cosas, la aglomeración de la gente en las zonas metropolitanas y la descampesinización del país. En síntesis, esa cercanía diaria con los actores, operadores y dirigentes y con datos me aligeraba de expectativas falsas, ilusiones erráticas o me generaba mucha angustia al saber, casi con certeza, los contenidos ocultos en los procesos políticos electorales. Aquello que no se dibuja en los medios sino en formas tales que finalmente no quedan en la superficie elementos suficientes para ensayar el análisis.

Rara vez los periodistas describen la riquísima experiencia cotidiana con las fuentes porque, entre otras cosas, íntimamente no sabe cómo hacerlo sin comprometerlas o tienen miedo de salir del molde establecido por las convenciones editoriales, donde, entre intereses patronales, estilos, medidas y tempos, hay un mundo de contenidos ocultos casi de consenso. Entonces el ejercicio de la intermediación entre fuentes y sus intereses y la gente que escucha, lee y ve, está establecido en un lenguaje institucional acordado implícitamente donde tanto la fuente como la intermediación saben que ciertos contenidos emitidos son abordajes “políticamente correctos” en lenguaje convenido que se convierte en un consenso implícito.

Tal vez el modo de intermediación entre medios y futbolistas y medios y fuentes policiales nos ayude a entender mejor esta historia de contenidos ocultos y convención. En el caso de los futbolistas, en su mayoría guarani parlantes, reciben preguntas ya respondidas a las que ellos deben contestar “sí, así fue, estoy muy feliz, gracias a la virgencita y a mi madre que me está mirando desde el cielo”. O, en el caso de los policías que dibujan todos los días el escenario del crimen por las “intermediaciones de Eusebio Ayala por donde se apersonó el sospechoso, de nacionalidad paraguaya, sin domicilio fijo y frondoso antecedentes”. Estos contenidos internos tampoco se expresan con certeza científica en las encuestas.

Toda esta perorata era básicamente para decir que no tengo elementos serios para vaticinar, ni por pálpito, el resultado de las elecciones generales del 2018, aunque la sensación más predominante sea que, una vez más, un candidato del Partido Colorado, en este caso Mario Abdo Benítez, parte como pleno favorito. Hay muchas cosas, sin embargo, que, sin cambiar, cambiaron.

Ahora que lo pienso mejor, creo que esta cuestión electoral no es tan importante como sí lo es, en este momento, una huelga general contra la suba del combustible, el pasaje y todo lo que vendrá detrás. O ya se convocó a la huelga y no me he enterado?

Comentario: Coco ArcePeriodista, político, fundador del Partido de los Trabajadores del Paraguay

Coco Arce

“No pensé que el compañero Julio Benegas podría estar tan alejado de la realidad sindical. Es imposible pensar que hoy, HOY, se pueda convocar a una huelga general. ¿Quién convoca? ¿Las centrales que no se vendieron al cartismo y el Partido Colorado? ¿Esas centrales que fueron dura e inmisericordemente atacadas desde hace cinco años por el gobierno, a través del Ministerio de Trabajo? ¿Con dirigentes despedidos en forma totalmente ilegal, ilegítima por patronales que manejan los hilos de la «Justicia»? ¿Quién podría acatar la convocatoria? ¿Ese pueblo trabajador que tiene un feroz miedo a que le echen de su trabajo porque levantan la vista? ¿Esos compañeros que son despedidos de sus lugares de trabajo y pese a ello nos piden que no se haga público el tema? En realidad no entiendo qué piensa este compañero. No entiendo…”

(*) ea.com.py

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