Hay 280 mil niños y jóvenes fuera del sistema educativo. De los alumnos que ingresan, casi el 70% no termina la secundaria y los que salen lo hacen por razones económicas y por falta de oferta del Estado. Se piensa en el plan 2024 para revertir la situación.
Dos de los más graves problemas de la educación en el Paraguay son la equidad y la calidad. Si bien en los primeros ciclos de la Educación Escolar Básica hay una amplia cobertura -lo que quiere decir que la mayoría de los chicos en edad escolar están matriculados-, no pasa lo mismo en la educación inicial ni en la educación media. Y el gran déficit sigue siendo el de la calidad.
Ahora que el Estado está planteando la confección del “Plan 2024”, que traza metas educativas a corto, mediano y largo plazo, los datos vuelven a entrar en el debate: Hoy hay 280 mil personas de 6 a 18 años -con edad de asistir a una institución educativa- que están fuera del sistema. La mayoría ingresó, pero abandonó antes de tiempo.
Los datos indican también que más del 50% aduce que deja la escuela por razones económicas y una buena parte porque no hay en su zona una institución educativa que ofrezca tercer ciclo de la educación básica y/o secundaria. Según la Encuesta de Hogares, el 63% de los alumnos que abandonan las aulas están ubicados en zonas rurales, precisamente donde se hace más difícil permanecer dentro del sistema, debido a la falta de oferta o a la distancia que se debe recorrer a diario para llegar a una.
La directora de Planificación del Ministerio de Educación, Mirna Vera, señala que además, en el caso de la educación media muchos dejan la educación formal porque “les da lo mismo” ya que debido a la falta de oportunidades laborales no consiguen ver las ventajas de terminar y consideran que no les reditúa de ninguna manera. “Es un problema complejo y multidimensional. Hay problemas con la motivación, pero también con aspectos que trascienden al sector de la educación”, explica.
Hoy se calcula que cada año desertan del sistema educativo unas 63 mil personas.
Aunque los números hablan de una alta deserción, las estadísticas demuestran que ha habido una mejora en las últimas décadas, en coincidencia con el fin de la dictadura stronista. Así, por ejemplo, de cada cien alumnos que ingresaron al primer grado en el año 1983, solo 15 lograron terminar la secundaria en el año 1994. Ahora la cifra está duplicada: por cada 100 ingresantes al primer grado en el año 1997 hubo 31 que lograron terminar la secundaria en el año 2008. A pesar de la mejoría, el 69% de los alumnos se quedaron por el camino, sin posibilidad de terminar la educación básica y secundaria en doce años, que es el período regular.
“Conseguimos matricular masivamente a los alumnos, pero no logramos retenerlos”, indica Vera.
En el nivel de educación inicial, que también ha registrado una gran expansión, existe todavía un problema para atraer a los alumnos y para que se la valorice en la comunidad educativa. La tasa neta de escolarización en el nivel es del 70% y la tasa bruta es del 85%. Esto quiere decir que hay todavía un porcentaje que no se acerca, lo que puede deberse en algunas zonas a la falta de oferta. Pero también en ciertas comunidades existe el concepto de que el preescolar no es necesario o importante, y que los niños van ahí solamente para jugar.
Estos datos son los que han movido al MEC a diseñar el plan 2024 y a buscar la opinión de la comunidad educativa. “En el sistema educativo formal necesitamos aumentar el acceso. Los indicadores demuestran que existen desafíos, sobre todo en términos de permanencia. Y los problemas en la calidad de la educación también se perciben. Esperamos mejorar la calidad. El sistema educativo es hoy poco eficiente, no conseguimos que la mayoría termine y en términos de calidad, el problema principal es que los alumnos no aprenden lo que deberían aprender”, expresó Vera.
Precisamente, los ejes estratégicos del plan serán la equidad, la calidad y la gestión participativa. Con respecto al acceso y la permanencia, concretamente, se plantea la necesidad de reorganización y expansión de la oferta educativa; el fortalecimiento de los programas compensatorios; el mejoramiento y la ampliación de espacios educativos. Pero aún hay meses de discusión por delante. (abc.com.py)
