Por Nilza Ferreira / nilza.ferreira@gruponacion.com.py/
Independientemente de las represas binacionales de Itaipú y Yacyretá, y de la nacional Acaray, Paraguay busca nuevas fuentes internas de generación de energía eléctrica para responder a la gran demanda de los próximos años.
Ante esta realidad, el gobierno, a través de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), tiene en fase de licitación la construcción de dos centrales pequeñas para ponerlas en funcionamiento en el 2022, una hidroeléctrica sobre el río Ypané, zona norte del país, y otra solar en Bahía Negra, departamento de Alto Paraguay (Chaco).
Ambas centrales de generación de energía eléctrica servirán de respaldo para atender el alto consumo energético que se registrará en los siguientes 10 años y que se sumarán a la planta hidroeléctrica de Aña Cuá -potencia instalada de 270 megavatios (MW)-, brazo de Yacyretá, que también se encuentra en fase de licitación. Las tres usinas (Ypané, Bahía Negra y Aña Cuá) estarían entrando en funcionamiento prácticamente al mismo tiempo entre 2022 y 2023.
Lo más llamativo de uno de estos emprendimientos (encarados con recursos de la Ande) es que la central energética chaqueña de Bahía Negra utilizará como fuente de producción la luz solar, según lo confirmó a La Nación el ingeniero Víctor Romero, presidente de la Ande.
El gobierno del presidente Horacio Cartes encara con seriedad esta planificación de la demanda energética, considerando que en 2030, al ritmo de crecimiento actual, nuestro país consumirá toda la potencia instalada de electricidad de las hidroeléctricas Itaipú (14.000 MW, de los que 50% corresponde a Paraguay), Yacyretá (3.000 MW -el 50% es nuestro-) y Acaray (214 MW)
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