HC se erige como el ganador, pero despide y amenaza a funcionarios

Luis Alen

 

Escribe: Luis Alen (*)

 

Horacio Cartes intimida a sus correligionarios, empleados estatales, con los despidos que viene efectuando de adherentes a la fórmula disidente de “Marito” Abdo Benítez. Antes de esto sólo había puesto su billetera para sumar conciencias y voluntades a su proyecto político autoritario empresarial, y ahora llega el turno de la vieja práctica stronista de crear un clima de temor, con tal de alcanzar los objetivos.

Son numerosos ya los casos de funcionarios del Estado despedidos de sus puestos por el hecho de ser simpatizantes en la interna colorada del movimiento anticartista.

cartes 03-07-15

Esta actitud del presidente Horacio Cartes no es tan sorprendente, conociendo su hilacha autoritaria, pero resulta contradictoria, si está tan seguro de las encuestas que manda hacer y que le dan una diferencia a favor muy grande a Pedro Alliana sobre “Marito”, por lo que no le haría falta auto adjudicarse, él mismo, el mote de “perseguidor de colorados”.

Sabido es que la mayor ofensa para un colorado resulta la persecución de sus propios correligionarios y ser echado de un cargo público por una situación política coyuntural, cuando que ni siquiera en el tiempo en que estaba la ANR en la llanura, el líbero-luguismo había llegado al extremo de destituir sin más trámite a republicanos por motivos electoralistas.

HC evidentemente está lanzando un mensaje bien claro a los colorados, además de constituir los despidos una evidente coacción a todos los funcionarios para que se alineen como velas.

 

El dueño del partido

El hecho cierto es que se está en presencia de una forma de hacer política que aparece la más perversa posible, ya que no sólo avisa Cartes que obra como dueño absoluto del partido y de la conciencia de los empleados públicos colorados, sino que muestra una faceta dictatorial que casi ningún presidente de la transición desde 1989 se animó a llevar adelante con tanta vehemencia, lo que implica una práctica sumamente peligrosa para la democracia paraguaya.

Cartes hace recordar algunos amagos similares de Nicanor Duarte Frutos, y “así le fue” al expresidente y actual embajador en Buenos Aires. Se puede afirmar sin equívocos que la sectaria práctica de la persecución de correligionarios le valió la llanura en 2008 al Partido Colorado.

Malos tiempos le aguardan a la República si es que HC quiere resucitar sistemas dictatoriales para someter a sus proyectos la voluntad de los miles de funcionarios estatales.

Como en la época del dictador Alfredo Stroessner, cuando el partido estaba sometido a la omnímoda voluntad del tirano, ahora de nuevo Cartes quiere una dirección partidaria totalmente obediente, lo que evidentemente no podrá tener con Mario Abdo Benítez.

Para lograr su objetivo, Horacio aplica la política del miedo a ser despedidos que ahora tienen los empleados públicos, si es que osan demostrar su adhesión a “Marito”. La consecuencia es clara: la ciega obediencia por el temor y la sujeción del partido a las directivas de Cartes.

 Valiente actitud de una funcionaria

La valiente actitud de una de las funcionarias despedidas en el consulado de Buenos Aires, Rosa María Alen Vazquez, ha permitido concluir que no todo está perdido y que existe todavía un resto de dignidad como para pensar que la oposición interna a HC en el coloradismo puede ir aumentando y hasta llegar a  un éxito electoral el 26 de julio.

Rosa pidió perdón porque había hecho campaña por HC para que llegara a la presidencia en 2013, pero al mismo tiempo no solicitó clemencia a Cartes para volver a recuperar su puesto como madre de familia que es y dar así de comer a sus dos hijas.

Demostrando una fuerza tremenda de carácter y consecuente con sus creencias democráticas, Rosa Alén por el contrario promueve en las redes sociales y en sus discursos políticos no transigir con el autoritarismo de nuevo cuño que quiere implantar HC en el país y llama a luchar para la extirpación del “tumor maligno” representado por la ideología “líbero-fascista” de HC.

 Disidencia: el contrapoder

Los senadores del G15 saben que el verdadero ganador de la interna no será Pedro Alliana, sino el proyecto continuista de HC, en el caso que venza la fórmula oficialista. Pero con seguridad será una victoria pírrica, porque el contrapoder armado por los senadores disidentes con el progresismo y la izquierda, representa un rival de cuidado para la lapicera de Horacio.

Cartes ya adelantó que no habrá el “abrazo republicano” después del 26 de julio, lo que avizora que continuarán las escaramuzas poniendo en riesgo la gobernabilidad, con el rechazo y la modificación de las iniciativas de ley del Ejecutivo, como ya está ocurriendo desde por lo menos el mes de marzo.

Hasta existe la amenaza real de un juicio político, toda vez que en la Cámara de Diputados se reúnan los votos para ello, lo que hasta hoy no es posible. Pero con el devenir de los acontecimientos, todo puede suceder y así como HC hace saber que ha venido para quedarse, también el contrapoder del G15 dice lo mismo, con lo cual difícilmente se pueda enfatizar que la interna habrá de concluir en paz, poniendo incluso en peligro la unidad republicana para los comicios municipales de noviembre próximo.

(*) diarioprimeraplana.com

About the author

Deja un comentario