El grave problema no es la reelección

Rafael Luis Franco (frarafael@gmail.com)

En los países más adelantados, como EE.UU., Inglaterra, Italia y otros existe la reelección, y en algunos no solo por un período sino por todos los que el candidato aguante o le aguanten

Listas sábana
Listas sábana

Tal  es el caso de los primeros ministros, que mientras logren acuerdos parlamentarios pueden continuar en sus cargos, claro previa elección democrática que lo avale.

Así Margareth Thatcher estuvo tres períodos, Berlusconi no se sabe cuántos, etcétera; porque al final es la gente la que decide, y aunque haya reelección esto no garantiza que el candidato continúe otro período.

Es de destacar que en estos países los legisladores no salen de listas sábana, por tanto representan a los ciudadanos, a sus comunas, a sus estados o provincias.

El problema grave SÍ son las listas sábana, y de esto casi no se habla. El problema es la falta de democracia en la elección de legisladores, en los representantes del pueblo; también se debería limitar su reelección y continuidad; porque esto afecta a otro poder, el Judicial, ya que el nombramiento de jueces y otros puestos importantes depende de estos.

Como se aprecia de los dos poderes solo uno se puede decir que está elegido democráticamente, el Ejecutivo.

Si en el Paraguay resolvieran hacer una constituyente para la reforma, que es lo que corresponde, no la enmienda, que en este caso sería claramente inconstitucional, este debería ser el primer problema a tratar, las listas sábana.

Pero también hay otros no menos importantes, por ejemplo disminuir o eliminar una de las Cámaras, ya que nuestro país es Unitario y no Federal, por tanto una sobra; además, los representantes deberían provenir efectivamente de los distintos departamentos, que son diecisiete, a tres por cada uno conformarían cincuenta y uno, acá sí el país estaría representado.

Eliminar la figura del gobernador, junto a sus secretarios/as y asesores, ya que estos no gobiernan nada; repito, tenemos departamentos no provincias que se rijan por su propia Constitución, que tengan su legislativo y poder judicial, por tanto no es lógico tener un “gobernador”; eliminar la figura del senador vitalicio, una burda copia del caso chileno, por el cual se protegió a Pinochet, acá funcionó para Rodríguez, pero hasta ahí nomás, ya es un abuso el que están haciendo con este asunto.

También se debería acortar el mandato de cinco a cuatro años.

Como ven, la reelección es lo de menos; los problemas graves pasan por otro lado, pasan por el Legislativo en donde hay diputados que no saben hacer la O con un vaso, además de borrachos, vividores del pueblo y falsificadores de patentes.

 

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