Biografía perteneciente al archivo de Juan Valdez “Paraguayos por el mundo” juankibe@hotmail.com
En el departamento del Guairá (Paraguay), nacieron muchos representantes de la cultura paraguaya.
Alex es uno de ellos, que desde muy joven descubrió su afición por la música y se inclinó por el instrumento de las 36 cuerdas; pero la economía familiar no le permitía tener un arpa de su propiedad, por lo que tuvo que empezar a dar sus primeros acordes con el arpa de un vecino apodado “Tetecho” (de padres alemanes).
Las familias Espínola y Aponte eran vecinas y amigas, por lo cual Alex y Felipe Aponte compraron un arpa en sociedad para estudiar juntos y así poder intercambiar conocimientos para la interpretación de este difícil instrumento.
Alejandro Espínola Domínguez es el nombre completo de Alex Espínola, que nació en Tebicuary, Departamento del Guairá, Paraguay, el 27 de marzo del año 1945, hijo de Don Clemente Espínola y Doña Marta Domínguez.
Con 16 años de edad Alex se marcha a la capital (Asunción), donde comienza a alternar con las figuras del folklore del momento y a integrar varios de ellos como: Oscar Escobar, el Dúo Rivero–Echagüe, Hilarión Correa y el conjunto de Papi Meza.
Luego es invitado a integrar el grupo de los” Hermanos Mehaurio”, y juntos emprenden el viaje a Europa en el año 1970; llegan a España donde realizan presentaciones en las ciudades turísticas del Mediterráneo hasta hoy
Alex Espínola tiene grabado y editado 4 discos con la multinacional CBS Columbia con Toni Torres y Claudio García, el “Trío Paraguay”.
Durante 4 años estuvo con Celso Aponte en Jerusalén (Israel), donde grabó un disco con la cantante chilena Mónica, quien era conocida en la zona.
De regreso en Barcelona (España), donde residía, formó un trío con Ignacio Mereles y Francisco Mareco, con quienes realizó actuaciones por los países árabes durante varias temporadas. En el año 2003 realizó una grabación editada en Paraguay por la productora Blue Caps, con temas instrumentales.
Actualmente Alejandro Espínola vive, ya relajado de los largos viajes, en Málaga (España) con su familia.
Escuche Felipe: Mi nombre es Juan Requena Leyva y soy de Granada (España). El azar me trajo a esta página después de más de un año que usted publicase este comentario sobre Alejandro. Conozco a Alejandro Espínola Domínguez, desde el verano de 1970. Entonces , yo balbuceaba con mi arpa (autoconstruida, porque en aquel tiempo no había forma de encontrar un arpa paraguaya en España)y aún a sabiendas que yo era un competidor, tubo la gran generosidad de enseñarme técnica suficiente y de poner en mis manos un repertorio de más de veinticinco canciones y músicas paraguayas, y así y hasta que dejé la música como oficio, poder pasear mi arpa por los escenarios e interpretar más dignamente, y todo esto sin remuneración ninguna y sin nada a cambio.
La gran cantidad de músicos paraguayos que salieron buscando un mundo mejor y alegrándonos el corazón con sus maravillosas interpretaciones a lo largo y ancho del mundo, han sido y serán los mejores embajadores del pueblo paraguayo, de los cuales deben ustedes los paraguayos, estar orgullosos. No es fácil decidir dejar tu país de origen, pues con ello arrastrarás para siempre una lucha interna contra el desarraigo la añoranza y el apego a lo tuyo. No son “panchos” de la vida.
“El hombre y sus circunstancias”. Si usted en vez de llamarse Felipe, se llamara Alejandro Espínola Domínguez y hubiesen concurrido idénticas circunstancias en su vida, ante el trance tan doloroso de esa pérdida, estoy seguro habría tomado la misma decisión. No podemos convertirnos en jueces de los demás y menos sin conocer sus circunstancias.
Alejandro Espínola era un buen alma a sus 25 años y sigue siéndolo a sus 69
Los animales y los hombres tenemos ciertas similitudes pero nos diferenciamos en algunas otras cosas. Un animal no tiene capacidad para mentir, insultar, calumniar, despreciar, o burlarse de nadie (en eso nos aventajan). El hombre tiene la capacidad de pensar, coordinar y reflexionar antes de comunicar nuestras ideas o pensamientos, pero está visto que esto no funciona en todos los casos.
Espero con mi mayor respeto, que mis palabras le sirvan de reflexión, porque Alejandro Espínola Domínguez, merece una disculpa por parte de usted, y si la injuria fue pública, de esta misma forma debe ser la disculpa.
FLOR DE HIJO: A SU MADRE LE ESTAMOS VELANDO AQUI EN PARAGUAY Y EL PANCHO DE LA VIDA EN ESPANHA SOS UN INFELIZ MI AMIGO ACORDATE QUE LA VIDA TE PUEDE COBRAR DE LA MISMA FORMA O PEOR DE LO QUE LE DISTE A TU MADRE QUE ANIMAL QUE SOS AY PERDON LE ESTOY OFENDIENDO AL POBRE ANIMAL